El Alcázar se llenó para ver como canta y como toca Jerez. El acierto de la organización fue precisamente poner sobre la tablas a unos artistas que nos dan una medida aproximada de lo diferente y lo común que puede llegar a ser la capital mundial de flamenco.
Tres voces deudoras de tres tradiciones diferentes y dos guitarras con el pulso del pasado y del futuro enredado entre sus bordones.
Como no podía ser de otra forma la noche comenzó por bulerías. Con Diego del Morao y Manuel Parrilla navegando entre falsetas propias y heredadas y llevados en volandas por el sobresaliente compás de Ané Carrasco, Juan Grande, y Juan Diego Valencia.
Los tres cantaores se fueron al centro a decir los matinetes,cada cual a su manera,cada cual con su metal, rasgado y oscuro en Tia Juana, luminoso y preciso para Jesús , trémulo y ancestral para Dolores.
La guitarra de Diego se encargó de bregar en primer término con la anarquía de Tia Juana por tientos, misma anarquía con la que Parrilla tuvo que lidiar para unas estremecedoras seguiriyas de Dolores Agujetas. El guitarrista supo dominar el desenfreno del cante y poner la sonrisa admirada en la cara de Diego del Morao, sentado en segundo plano.
Las alegrías de Jesús Méndez fundieron el clasicismo de la Plazuela con el desaforado juego rítmico de Santiago.Mención especial a un Ané Carrasco en estado de gracia,capaz de acompañar sin ruidos y de rematar en lugares imposibles.
Parrilla volvió soberbio a tocar al frente,esta vez soleá por bulerías, para una Tia Juana arrojada y arriesgada, creciéndose con una sonanta certera que comenzó a sacar los oles de los aficionados. Mismas manos para los Fandangos de Dolores y para en solitario bordar unas descomunales seguiriyas.
El turno de Diego vino de la mano del que a mi parecer fue el momento grande de la noche. Jesús Méndez cantó por soleá de forma colosal,contagiando al guitarrista en un mano a mano que creció y creció hasta dejarnos extasiados.
De ahí hasta el final, bulerías, de todos los pelajes y colores. Con Parrilla de Jerez y Moraito Chico escondidos en las cuerdas de su sobrino y su hijo respectivamente,pataitas por doquier y muchas sonrisas. Fin de fiesta largo,fin de fiesta jerezano.
El turno de Diego vino de la mano del que a mi parecer fue el momento grande de la noche. Jesús Méndez cantó por soleá de forma colosal,contagiando al guitarrista en un mano a mano que creció y creció hasta dejarnos extasiados.
De ahí hasta el final, bulerías, de todos los pelajes y colores. Con Parrilla de Jerez y Moraito Chico escondidos en las cuerdas de su sobrino y su hijo respectivamente,pataitas por doquier y muchas sonrisas. Fin de fiesta largo,fin de fiesta jerezano.
Toque Diego del Morao, Manuel Parrilla
Cante Juana la del Pipa, Dolores Agujetas, Jesús Méndez
Baile Fernando Jiménez
Percusión Ané Carrasco
Palmas Juan Grande, Juan Diego Valencia
Cante Juana la del Pipa, Dolores Agujetas, Jesús Méndez
Baile Fernando Jiménez
Percusión Ané Carrasco
Palmas Juan Grande, Juan Diego Valencia
Me encanto su blog un saludo flamenco desde Contradanza Granada
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