La lluvia no pudo con las ganas de los aficionados que se congregaron en la tarde de ayer en la Sala Compañía. La propuesta doble para el ciclo ‘Los Novísimos’ funcionó a la perfección y la sala registró un lleno casi absoluto. La onubense María Canea fue la encargada de abrir la tarde y lo hizo entre cantes de Levante. Con una tenue iluminación, María salió muy suelta pero el baile quedó un poco deslucido debido al nulo sonido de pies y al fallo en la apertura del telón, que quedó en mitad de boca reduciendo el espacio y privando al público de parte de los cantes que se hicieron de pie. María, a pesar de los pesares, nos mostró un loable ejercicio de técnica en el taconeo y una elegancia que nos dejó con unmuy buen sabor de boca. El cambio de registro, tanto rítmico como físico en los tangos que enlazaron, nos descubrieron a una María redonda y con roneo. En el número intermedio, una ronda de abandolaos nos confirmó el acierto de la bailaora con la inclusión de Vicente Gelo, sobresaliente durante toda la actuación. Precisamente, Gelo recibe de pie a la bailaora para el segundo y último de sus bailes. Soleá y soleá por bulerías. Enorme salida de baile y una progresión fabulosa hasta la bulería. Delicadeza y nervio a partes iguales. María se para con gusto y se lanza con un posicionamiento físico inmejorable. La guitarra y la percusión asistieron notablemente a la bailaora, que se estrenó con altísima nota en el Festival de Jerez.
Arropadísima por su gente salió a escena Carmen Herrera.Abrió por seguiriyas y los nervios de la bailaora se sumaron a algunos fallos de coordinación en el grupo durante la primera parte del número. La sobriedad con la que Carmen partía se vio diluida por un exceso de energía que la hizo acelerar el baile y precipitar algunos cierres de letras.
Con la soleá por bulerías y bulerías del segundo y último número de la tarde, el grupo que acompañaba a la bailaora sacó lo mejor de sí. Hay que destacar la guitarra de Santiago Lara y el cante de Miguel Laví. Carmen se fue entonando y sacando el compás, mucho mejor cuando arrancaba desde la quietud. Fue ganando enteros hacia el final con las bulerías, marcando su racialidad y un gusto genuinamente jerezano en el baile. El cuerpo se le fue soltando y ganó entereza en las pausas y en la gestualidad. Fue una lástima que la actuación acabase precisamente en el momento en quemás emocionada y cómoda se la veía.
Ficha:
María Canea.
Cante :Vicente Gelo y Pepe de Pura .
Guitarra: Eugenio Iglesias
Percusión:José Carrasco.
Carmen Herrera.
Cante: José Carpio ‘Mijita’,Miguel Lavi y Miguel Peña ‘Londro’.
Guitarra: Santiago Lara .
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