miércoles, 29 de septiembre de 2010

Martes 28 de Septiembre. Bienal de Flamenco. Sevilla. Teatro Central. Concha Jareño. "Algo".

Desde el acompañamiento hasta las calidades físicas del baile, muchas cosas han cambiado en este "Algo" que tuve la suerte de disfrutar hace un año y medio en el Festival de Jerez. Entonces Concha Jareño recibió el premio de la prensa a la revelación del festival, anoche confirmó que tal galardón estaba completamente justificado.
El espectáculo se compone de tres segmentos diferenciados, no sólo por cuestiones dramáticas, sino porque cada pieza está creada en un momento distinto y con una finalidad diferente.
El primer segmento lleva como título "Fugaz" y describe el dolor por la muerte de un ser querido. Así, con campanas de duelo y un cortejo funerario que vela una bata de cola, Concha se ve sumida a través del baile en una reclusión que la maniata para poder avanzar. Desde el techo cae una tela blanca que unida a la cintura de la bailaora la obliga a girar en diagonal. De fondo, compás de seguiriyas con percusión electrónica y momentos absolutamente barrocos de la mano del sonido del clavicémbalo.
Contrastes entre la danza clásica, la contemporánea y la flamenca, con la madrileña ahogándose en la tela. El nivel de precisión en cada cierre, en cada paso, ha subido un grado con respecto al trabajo que pude ver hace año y medio. La pieza tiene un grado de complejidad muy alto, la bailora se expone en solitario tanto al público como a sus demonios internos.
Ya situados en el segmento central, la transición de violín y voz nos trajo a la otra gran protagonista de la noche a escena, Gema Caballero. La cantaora dió las claves musicales para articular una milonga que Concha bailó con cola y abanico. La pieza le valió el premio nacional de Flamenco en Córdoba hace tres años y es una absoluta delicia.
Juan Antonio Suárez Cano se posicionó en el centro del escenario para dar un toque de vanguardia en un solo guitarristico tan holgado que acabó agotando a la platea.
El segmento de título "Inventario Flamenco" nos dejó además de la milonga, rondeñas con un fundido de luz naranja que agrandó el traje del mismo color que vestía la bailaora, una ronda de tonás y trillas que agigantó la figura de Gema Caballero, inmensa,  y que dió paso a la sobria seguiriya en negro con la que Concha dejaba claro su manejo del flamenco ortdoxo, bailando en un cuadro de luz.
La pieza final de título, "Algo", comienza con unas alegrías de tablao y con una Concha que, encorsetada en la tradición, decide quebrarlas y caminar sobre una imaginaria cuerda floja. La ruptura y la búsqueda como motor de la danza. Las nanas de Gema dan lugar a los nuevos colores y las nuevas formas en el baile. Una liberación final.
"Algo" es una obra terminada, precisa, que funciona sola. La calidad física de Concha se ha  enriquecido y el aporte de Gema Caballero es una baza que dota de una brillantez nueva al espectáculo. Concha termina la representación  liberada. Nos enseña la razón de su baile, se deshace del infierno interior, de las cargas sentimentales y de las formas encorsetadas. Acaba reivindicando su forma de expresar, libre.



Ficha:


Concha Jareño.


Guitarra- Juan Antonio Suárez Cano,


Cante- Gema Caballero y Pedro Obregón.


Violín- Raúl Márquez.


Percusión- Luis Amador.

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