viernes, 8 de octubre de 2010

Jueves 7 de Octubre. Bienal de Flamenco 2010. Sevilla.Teatro Lope de Vega. Esperanza Fernández. "Raíces del alma".

Esperanza Fernández ha aprovechado esta Bienal para echar la vista atrás, buscar en su pasado los momentos de mayor felicidad y usarlos como plataforma para saltar hacia adelante.
Anoche rememoró las piezas que más popularidad le han dado, y se lanzó a cantar por derecho para recordar quién es.
La primera curiosidad de la noche fue que a pesar que Dorantes se encontraba tanto en el elenco como en la dirección musical del espectáculo, las "Nanas de los luceros" de su afamado "Orobroy", las interpretó la cantaora en solitario, para abrir la velada.
Esperanza se presentaba en  una atmósfera de intimidad absoluta. Así junto a tres palmeros se arrancó por soleá de Utrera para poner en el recuerdo a Fernanda y Bernarda y marcarnos su origen. "María de las Mercedes" por bulerías y cambio de tercio.
Cuando apareció Miguel Ángel Cortés ya se veía venir que se avecinaba algo grande.Tan sólo la salida de seguiriyas del guitarrista  valía el precio de la entrada. Esperanza se fue a Triana a coger los cantes y en la segunda letra arrasó con todo, llevando el cante un compás más largo de lo habitual y con Miguel Ángel coloreando el final en una cabal impresionante.
Esperanza tuvo tiempo para cantar por Falla y dar lucimiento a las guitarras de Cortés y  David Carmona, que prepararon el terreno para otra tremenda ronda, esta vez de verdiales, a tres velocidades y con la cantaora subiendo la intensidad por minutos.
El tono se mantuvo por alegrías y romeras, con la sevillana comodísima en escena y los guitarristas demostrando por qué se les considera dos de los grandes del flamenco en la actualidad.
Harina de otro costal fue lo que ocurrió a partir de este momento. Con Dorantes, el tono de la noche varió absolutamente y Esperanza se propuso cantar algo distinto.
Evidentemente cada asistente tendrá una opinión y un gusto diferente, pero en la del que suscribe, a Esperanza no le sientan bien los atuendos del jazz. El lenguaje que maneja difiere demasiado del que un "My funny Valentine" requiere.Y al igual que no imagino a Chet Baker o a Ella Fitzgerald dándole sentido a unas malagueñas, no veo a Esperanza en terrenos de música negra.
Por tangos primero y  acontinuación por bulerías con "Manolito Reyes" recuperó un poco el pulso que había impuesto  en la primera parte del espectáculo.
Esperanza Fernández, como otros cantaores, no es una voz al uso, no pretende acomodarse en una posición determinada, ligada al cante ortodoxo. Ello la lleva a experimentar con mayor o menor fortuna en terrenos que por ajenos pueden ser peligrosos. Del magnetismo que desprende, de su conocimiento y su cante no osaría  hablar en negativo. Aún no siendo gusto de mi paladar en territorios no flamencos, estamos hablando de una gradísima cantaora flamenca.






Ficha:


Esperanza Fernández.




Piano- Dorantes.


Guitarra- Miguel Ángel Cortés y David Carmona.


Percusión-Paquito Gonzalez.


Coros y palmas- José Manuel Ramos, Juan San Juan y Jorge Aguilar.

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