Fotografía: A.G.G. |
A esta corriente danzística se le rendía homenaje en la noche de ayer. Y se le rendía a través de Milagros Menjíbar, que sin duda merece compartir lo honores que bailoras y gentes del flamenco ya le han otorgado a la gran Matilde Coral o a Pastora Imperio.
Como manda el protocolo Gabaldón fue la primera en pisar el escenario del Teatro Central. Lo hizo acompañada de Alfredo y David Lagos, que pulsaron con dulzura el aire de unas guajiras para que Mº Ángeles las bailase abanico en ristre y resplandeciendo en un traje dorado. La bailaora sacó de paseo esas manos y brazos que la caracterizan y jugó hasta el extremo con el pericón. Pero en ningún momento el alante y el atrás parecieron conectar. David Lagos avisó de lo que se nos venía encima cantando por granaína. Y para la seguiriya el cantaor jerezano ya se había puesto a la cabeza de lo que pasaba sobre las tablas. La segunda y soberbia letra se llevó por delante el baile sin remisión. Y la cara de la bailora así lo reflejó en el saludo final.
El enlace entre las dos grandes protagonistas lo protagonizó Luisa Palicio, que a la postre se revelaría como el plato fuerte en lo puramente físico.
La bailaora de Estepona demostró que la fama que la precede con la bata de cola está absolutamente justificada. Si alguien puede hoy en día alardear de manejar la bata de cola a la perfección esa es ella. El aire de su mantón insufló un soplo de vida a un desangelado escenario y bordó una coreografía por soleá cimentada en los canones clásicos de la escuela sevillana. Cargó el peso en una plasticidad deslumbrante y evitó imposturas y alardes técnicos en favor de un baile sencillo y bien medido.
Fotografía: A.G.G. |
Y con un fin de fiesta por bulerías se cerró la velada en la que Flamenco Viene del Sur ha querido rendir tributo a una de las grandes figuras de la escuela de baile sevillana.
Ficha:
Baile
Mª Ángeles Gabaldón.
Cante
David Lagos.
Guitarra
Alfredo Lagos.
Baile
Milagros Menjíbar y Luisa Palicio.
Cante
Juan Reina y Manolo Sevilla.
Guitarra
Rafael Rodríguez.
Texto:
Javier Prieto.
Fotografía:
Ángela Gentil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario