
Pastora vino a hacer un repaso de sus diez años de carrera y de sus cuatro espectáculos como primera figura del baile. Si es pronto o no para hacer este repaso es algo que no me compete a mi valorar, lo que es cierto es que la sensación que deja este "Mírame" es la de un espectáculo metido con calzador para que Pastora estuviese en esta Bienal de 2016.
Y, o la puesta en escena era tan vanguardista que no me enteré de la misa la mitad, que podría ser, o "Mírame" es un clamoroso despropósito dramatúrgico y estético.
Pastora baila de miedo, que quede claro. Y no en este espectáculo, bailaría de miedo en chanclas en Matalascañas con un tinto de verano en la mano. Tiene oro en las manos y en los pies y hasta la estampa mas grotesca o mas burlona adquieren un sentido en sus pasos. Pero el problema no radicó anoche en su baile, fuese este por bulerías festeras deTriana, por seguiriyas, acompañando música de Goran Bregovic o en cualquiera de los pasos de "La Francesa".
El problema fue una pésima selección del orden de los bailes y una absoluta calamidad en la puesta en escena, con luces entrando a destiempo, cantaores saliendo a medio cante, micrófonos que no sonaban, veinticinco minutos de retraso para empezar y veinticinco minutos seguidos de disparate tragicómico. Recuerdo haber alabado hace dos años la dirección escénica que Antonio Canales había propuesto para "&dentidades", con un orden y una fluidez dignas de elogio. Pues bien, el polo opuesto es este "Mírame". Y es tan desastroso que casi se lleva por delante a un descomunal Juan Requena que lo bordó por tarantos o a una maravillosa Angelita Montoya, que estuvo sobresaliente en cada cante flamenco y en cada cante arabesco. He de reconocer que me reí a mandíbula batiente, pero como el que se ríe viendo una obra escolar pasada de rosca.
En definitiva, que por primera vez me fui en esta Bienal a casa pensando que lo visto sobre las tablas no estuvo a la altura del que es considerado el mayor evento flamenco del planeta. Y por primera vez salí de un espectáculo de Pastora compadeciéndome por aquellos que habían pagado su entrada.
Baile: Pastora Galván.
Cante: Angelita Montoya, La Tana y Jeromo Segura.
Guitarra: Juan Requena.
Percusión: José Carrasco.
Acordeón y Zanfoña: José Manuel Vaquero "El Pajaro".
Contrabajo: Álvaro Ramos.
Texto: Javier Prieto
Fotografía: Óscar Romero. Archivo fotográfico Bienal de Flamenco.
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