jueves, 18 de marzo de 2010

Festival de Jerez 2010-Viernes 5 de Marzo.Bodega de los Apostoles.Inés Bacán, Pedro Peña y Pedro María Peña."Primos Hermanos".


Tan sólo siete sillas de enea y dos mesas para enmarcar el ritual que la familia Peña nos traía a la bodega de Los Apóstoles. Ritual que habla sin ambages del particular mundo flamenco de Lebrija. Un mundo que nos remite a los patios, casas y tascas donde se daban cita familias al completo. Un mundo donde el cante se escuchaba con oídos distintos a los actuales, con afición y afán de aprendizaje. Una guitarra, dos cantaores, nudillos y palmas. Lo justo para que el flamenco surgiese como un manantial.
Pedro Peña nos abrió por romances. Desde el primer momento fuimos conscientes de estar asomándonos a esos «sonidos negros como la endrina» que nos anunciaban los intérpretes en la rueda de prensa. Voces graves y mucho recogimiento. Inés nos cantó con todo el cuerpo por nanas. Se le elevaban los brazos en los tonos altos, como si no respondiesen a su voluntad, como si el cante y la materia fuesen la misma cosa.
El compás de los nudillos en la madera nos trasladó a la soleá por bulerías, primero Pedro y después Inés que sacaba el cante de las mismas tripas. En la pausa Pepe Torres cantó por bulerías entre acoples de sonido, retirada de micrófono de los técnicos en pleno cante y pinceladas del baile que atesora y por el que realmente destaca. El número pareció un poco forzado y más destinado a dar un descanso a los protagonistas que a aportar algo al margen de lo previsto.
Inés Bacán resolvió el entuerto cantando cantiñas del Pinini y haciendo gala del manejo rítmico y melódico que atesora, cortes de letras, enlaces y variaciones tonales para quien no supiese el porque de su fama como cantaora. Ronda de seguiriyas con marcaje en las mesas para disfrutar del eco en la voz de Pedro y una vez mas del manejo del compás de Inés. La ronda de bulerías con la que dieron carpetazo a la actuación, sirvió para las distintas pataítas familiares y para un par de letras cantadas por Pepe Torres.
Destacadísimo el trabajo a las seis cuerdas de Pedro María Peña que pese a la ortodoxia del rito tuvo la inspiración y el acierto suficiente para aunar la endrina con la melodía mas melancólica. La bodega, llena, supo agradecer y reconocer la fuerza de una propuesta que sirve de muestra y homenaje a un flamenco que vive en nuestro imaginario con una pureza cada vez menos habitual.

Ficha:

Cante: Inés Bacán y Pedro Peña
Artista invitado : Pepe Torres
Baile:Diego de la Margara y Fernanda Funi
Guitarra: Pedro Mª Peña
Palmas: Antonio El Pelao
Dirección: Tere Peña

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