miércoles, 17 de noviembre de 2010

Reedición del libro "Alegato contra la pureza" de Jose Luis Ortiz Nuevo.Sociedad Flamenca El Dorado.Barcelona. 4 de Noviembre 2010.

Cuando Javier me llamó hace algunos días para comunicarme que en el Flamenco en vivo habían pensado en mi para estos menesteres de corresponsalia o enlace con la Barcelona flamenca, me asaltaron a la vez, el temor que da lo desconocido y el placer que produce el reto. Esgrimió dos razones para creer que puedo ser la persona idónea:-sabes escribir y sabes de flamenco -me dijo-. No, no sé escribir, sólo escribo; No sé de flamenco, el flamenco sabe de mi, es parte consustancial de mi vida.¿Saber de flamenco, si ni en la etimología de la palabra se ponen de acuerdo?...-Deseo estar a la altura-respondí-¡ya me había "embarcao"!.
Inmediatamente me senté a reflexionar sobre cual es mi posición actualmente y cómo abordar este desafío. No soy un erudito, no estudié la carrera de periodismo, mi conocimiento de esta forma de expresión artística es empírico y llevo el suficiente tiempo alejado del escenario como para tener la sensación de que todo es nuevo, aunque no haya cambiado tanto. Es como si al bajar el telón, a un miembro del público le dieran la oportunidad y la responsabilidad de la palabra para describir lo percibido. Y me ha tocado a mi. Intente imaginar como se enfrentaron los primeros cronistas de mediados del XIX a una manifestación de arte popular incipiente, consecuencia del encuentro y confluencia de tradiciones ancestrales, algo así creo sentir yo ahora, todo por hacer.-”Teniendo que tirar pa'tras para poder tirar pa'lante”-diría mi madre.
En homenaje a antiguos usos, decidí ponerle nombre propio a estos escritos, un título genérico y que sean los apellidos los que vayan cambiando. En la búsqueda de este nombre llegué a la conclusión de que el flamenco es un arte de piel y aunque a todos nos sirva para lo mismo, cada quién siente en la suya. Es frontera y puente; Origen y consecuencia. El órgano más extenso del cuerpo, el que envuelve y proyecta la identidad. Tiene niveles visibles e invisibles, varias capas que en su conjunto son el límite que determina lo que nos estremece o no.



La epidermis flamenca de Barcelona

De nuevo Ortiz Nuevo alega contra la pureza, de nuevo.

Barcelona 04, Noviembre 2010
La primera actividad flamenca a la que asisto formalmente y que es susceptible de ser reseñada, es una mesa redonda en la sede de la Asociación Flamenca Barcelonesa El Dorado. Labor digna de encomiar la de este grupo de personas. Causalmente se trata de la presentación de la reedición de el libro “Alegato contra la pureza” de José Luis Ortiz Nuevo, para mi, más que un escritor y estudioso en estos berengenales del flamenco o “la criatura”, como lo llama él. Hace años busqué este ensayo, en su primera edición de 1996 de la editorial Carrera, pero a su título me respondían con la misma desesperanzadora palabra-”descatalogado”-. ¿ Por qué en demasiadas ocasiones aquello que puede ser revolucionario para muchos se queda para unos pocos?...
Es paradójico ser el primero en llegar, esto me permite estar un rato solo y en silencio. Sobre el escenario una mesa (rectangular) y tres sillas. Veinticinco minutos más tarde, con un tercio de ocupación de la sala da comienzo el acto, puntualidad mediterránea. Ortiz Nuevo ocupa la silla del centro, Hernandez Jaramillo y Josep Ache las otras dos,¿dónde está Mayte Martin?,uno de los organizadores explica que está en cama con lumbalgia, lo lamento doblemente, porque este enferma y porque es alguien a quién me place escuchar y no sólo cuando canta. Las intervenciones de Ache y Hernandez Jaramillo, aderezadas con un par de lapsus nominales de uno y un estrepitoso fallo microfónico cuando el otro hacia una reflexión sobre el Mairenismo, dieron paso al autor, a viva voz, que de eso sabe Ortiz tela marinera, con esa cadencia que le caracteriza y le permite hablar al compás y en el palo que se le tercie, empezó diciendo:-Mil gracias por estar aquí. Lo primero es recordar...- y durante casi una hora recordó, desgranó conocimientos, saberes y lo que más me gusta verle hacer, ¡que bien pregunta este hombre!. Va desde el artículo que leyó en la revista del avión y la osadía del autor del mismo hablando de auténtico flamenco, al Estatuto de Autonomía de Andalucia y lo controvertido de los términos “competencia exclusiva” aplicados al flamenco. Del encargo de un texto escrito para no ser publicado, a quienes andan otorgando llaves del cante y dando el cantazo. De aquí para allá, pasando por las palabras. Ideología, batalla, debate, palabra...
Dejando que las palabras pasen, sabiendo colocar cada silencio en su lugar y poniendo en su sitio los nombres sin tocar a los hombres, Gala, Camarón, Fosforito, Caballero Bonald, Morente...Llegó la hora de cerrar el local y salimos todos a la calle, allí con mi libro “nuevo” (Ediciones Barataria, 2010, inpecable diseño y maquetación; Con su texto original integro, la autocrítica al mismo y sus tres epílogos, todo por catorce euros) bolígrafo en mano le pedí la horterada que tanto me gusta, tener caratulas y libros firmados por los autores, aunque la dedicatoria no sea para mi. Me miro fijamente, con esa mirada felina y armoniosa ,me pregunto mi nombre y escribió intercalando la letra de puño con la ya impresa: De José Luis Ortiz Nuevo para Antonio Zoco este ALEGATO contra la pureza por la libertad. Joseluis. colección Bárbaros. Barcelona 2010. Recordé en ese momento unas palabras del performancero de Loja, Miguel Benlloch, “lo que más me gusta de Ortiz es que es nuevo, es que es bueno, es que es fuego, es que es vuelco, es que es...yo lo ví un día.” este recuerdo se transmutó en sonrisa de profundo agradecimiento en mi cara. Con mi libro Nuevo dedicado bajo el brazo me fui prontito pa casa a sentarme en mi mecedora de leer y leerlo.


Texto: Antonio Zoco.
Fotografías: Ana Palma.

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