lunes, 28 de febrero de 2011

Ballet Shoji Kojima Flamenco. La Celestina. Domingo 27 de Febrero. XV Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Festival de Jerez/Javier Fergo.
La nitidez estética y una cuidadísima interpretación, a cargo de un enorme Shoji Kojima, vinieron a avalar la apuesta del coreógrafo japonés para dar vida al texto de Fernando de Rojas.
Con veintidós bailarines en escena, La Celestina se puede enorgullecer de haber conseguido lucir ordenada y precisa, incluso en los momentos de supuesto caos escénico.
Tras la presentación grupal en unas coloridas rumbas, La Celestina surgió por tarantos del cuerpo de Shoji Kojima, en una exhibición de baile focalizada en una magnifica interpretación. Exposición lóbrega que cargó de dramatismo al personaje. Chicuelo, enorme toda la noche, alzó la guitarra por encima de las melodías líricas y dotó de curvas y aristas al baile cuando éste lo requería.
Las transiciones  entre músicas y las entradas y salidas del cuerpo de baile no interfirieron en el lucimiento del encuentro de Calisto con la hechicera, y arroparon con fuerza el despliegue técnico de un soberbio Cristian Lozano.
Esmeralda Manzanas, Melibea, no le fue a la zaga a su antagonista y se entregó en una generosa guajira para cerrar el circulo de caras principales del montaje.
Festival de Jerez/Javier Fergo.
El manejo de los contrastes lumínicos sumó para que las diferentes escenas se desarrollasen en una ambientación notable.
La otra aportación notable de la velada fue la de Javier Latorre que dejó su impronta visual en la puesta en escena, llevándola a su mayor expresión en el encuentro amoroso de los protagonistas. Farruca musicalizando "Me gusta cuando callas" de Pablo Neruda  . El reparto músical estuvo indudablemente liderado por un Chicuelo, que encaró la misión con una encomiable entereza. La escasa aportación del Londro y Jesús Méndez fue a nuestro pesar el único motivo de reprobación para el espectáculo.
Si bien es verdad que estuvieron sobresalientes en los momentos que tuvieron para brillar, no sacarle partido a una dupla de tal categoría, es cuando menos desaprovechar una gran oportunidad. El Londro lo bordó por tarantos mientras que Jesús Méndez hizo lo propio por martinete.
Cant dels Ocells coloreó de forma estremecedora la muerte de los enamorados con el cello de Pau Casals poniendo fin a dos horas de equilibrio en una danza dramática y flamenca.
Shoji Kojima impartió una lección que agranda aun más su figura de maestro en el baile y la interpretación.


Ficha:
Festival de Jerez/Javier Fergo.

Celestina:
Shoji Kojima.

Calisto:
Cristian Lozano.

Melibea:
Esmeralda Manzanas Sánchez.

Bailarines:
Ángel Sanchez.
Pablo Fraile.
Ayumi Yangiya.
Kamako Maeda.
Konomi Tsumori.
Hugo López.
Pablo Fraile.

Dirección musical y guitarra: 
Chicuelo.

Guitarra:
Salva de María.

Cante:
Jesús Méndez.
El Londro.
Mónica Navarro.

Violín:
Olvido Lanza.

Violoncelo:
Lito Iglesias.

Percusión:
Pedro Manuel Navarro Grimaldi.

Dirección  y coreografía:
Javier Latorre.






Texto:
Javier Prieto.

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