Un espectáculo de danzas, contemporáneas y flamencas, que pretende ser la imagen de los impulsos nerviosos que emite el cerebro del cantaor.
Un espectáculo que salta sobre todas las posibles barreras musicales y expresivas, así como las fronteras que existen entre la tragedia más negra y la comedia más descarada.
Una hora y poco en las que, partiendo de las tripas mismas del Teatro Central, la pareja desplegó un muestrario de virtudes coreográficas.
Marcos y Chloé consiguen asombrar por la capacidad de aunar sus expresiones en un cuerpo bicéfalo. Inventan formas absolutamente nuevas o inusuales de accionar los movimientos a priori más evidentes. Desde la óptica del flamenco más contemporaneo aciertan en el uso de la percusión corporal, en los enlaces físicos y en el ejercicio de variación de niveles.
En la propuesta ortodoxa, encaran con corrección la soleá apolá y bordan los tangos trianeros.
Juan José Amador por su parte expresa casi en su totalidad todo de lo que es capaz artísticamente. Todo lo que le mueve, sea a un nivel superfluo o a una profundidad abisal. Desde homenajes a Chichos o Chunguitos a las seguiriyas de más jondura.
Nos brindó tres momentos impagables.Un primero en que desgranó en un popurrit impecable soleá, bulerías, verdiales, seguiriya y malagueña. Un segundo imitando a las seis cuerdas, tanto en el toque como en la postura física, a Parrilla de Jerez, Manuel Molina y Paco Cepero; y que finalizó tocando la soleá apolá que Marcos y Chloé le bailaron desde el fondo de la escena.
El tercer momento lo protagonizó vestido de flamenca, peinetilla en ristre y cantando por tanguillos "la Espabilá" de Antoñita Peñuela.
Si bién la propuesta desde el punto de vista dramático carece de continuidad y de una claridad que introduzca al espectador en una mínima linea argumental, Marcos y Chloé consiguen asentar con esta nueva idea un estilo muy personal y perfectamente identificable por el aficionado al flamenco de vanguardia.
Ficha:
Baile:
Marcos Vargas.
Chloé Brulé.
Cante:
Juan José Amador.
Texto:
JavierPrieto.
Fotografía:
Ángela Gentil.
Texto:
JavierPrieto.
Fotografía:
Ángela Gentil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario