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| Festival de Jerez/Javier Fergo. |
El Callejón de Asta es la infancia de Andrés Peña. Su primera evocación vital. Un lugar donde se enredan los recuerdos paternos, los amigos, los primeros pasos...
Para el espectador, el callejón tiene cajas de fruta, una vieja bicicleta aparcada en un rincón, una mesa y unas sillas para beberse un oloroso «a la fresquita», un banco común, de los de antes, donde podían sentarse tres personas de una vez. El callejón tiene ecos flamencos en cada adoquín del suelo y es allí donde baila Andrés.
Para que lo haga por tangos, despacio y gustándose, le cantan Luis Moneo, Manuel Tañé y un colosal David Palomar.
Ale Romero y Keko Baldomero hacen farruca del acordeón y la guitarra. Andrés y Pili Ogalla, en vaqueros y chaleco, responden con el paso a dos, sobrios, avivando con tino la danza para que el baile se encienda en un remate apasionado. Ni siquiera algún fallo de coordinación pudo emborronar el fantástico trabajo del dúo.
Andrés echa raíces al suelo y articula las letras de soleá, de nuevo el cante va atizando la candela y el lastre se va aliviando hacia la bulería. El bailaor va variando el peso del cuerpo para dotar de fintas al movimiento, surgen las manos y el conjunto va tornándose sepia, antiguo, con un gusto añejo y un aire hermoso, a tiempo pasado.
Pilar Ogalla reaparece con bata de cola rosa. David Palomar saca de paseo la dulzura que tiene en la voz y le canta tango, pero tango argentino, con letra de Los Mendas Lerendas de Jesús Bienvenido, tango arrabalero-carnavalero en noche de final. Pili responde bailando en una losa, en un espacio claro y medido, concentrada, y le provoca la flamencura al cantaor con los giros magníficos de la bata.
El mismo Palomar abandona la dulzura y juega a cantiñear por Cádiz para la alegría del bailaor de Jerez. Alegría completa, supina, de buenos sonidos en el zapateo, de hombros y caderas, alegrías descaradas y ascendentes. Letras al Niño del Mentidero dibujando un colchón de compás para la danza. Bulerías de Cádiz para que Andrés se recree, arte puro. Todas las voces se entonan y se envalentonan, la fiesta se dispara y el baile se crece, desplanta y despista.
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| Festival de Jerez/Javier Fergo. |
Técnicamente, el espectáculo da muestras de un buen gusto muy de agradecer en la iluminación y el vestuario. La luz, a pesar del gran resultado general, pasó por dificultades cuando Andrés decidió arrimarse a proscenio.
La acciones anduvieron perfectamente ligadas, sin despistes, sin entradas a destiempos o actuaciones excesivas.Incluso la actriz que tendía la ropa en el callejón con naturalidad justificó su presencia ayudando con eficacia y disposición a la ligazón dramática de la pieza.
Andrés quiso hacernos partícipes de sus recuerdos. Homenajeó a su gente, y se rodeó de amigos en las tablas para sentirse fuerte de cara a este estreno absoluto.
El único 'pero' que se le puede atribuir al montaje es su escasa duración. Dejó en un público entregado ganas de más.Si bien es cierto que más vale corto y bueno que largo y pesado, nos quedamos con la sensación de que podíamos haber estado disfrutando otro ratito.
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| Festival de Jerez/Javier Fergo. |
Andrés agradó y nos dejó con un sabor dulce pegado en el paladar.
Ficha:
Baile:
Andrés Peña.
Pilar Ogalla. (Artísta Invitada).
Cante:
David Palomar.
Luis Moneo.
Manuel Tañé.
Guitarra:
Keko Baldomero.
Ricardo Rivera.
Acordeón:
Ale Romero.
Texto:
Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20110306/ciudadanos/callejon-asta-avenida-arte-20110306.html
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