martes, 1 de marzo de 2011

Compañía Javier Barón. Vaivenes. Lunes 28 de Febrero. XV Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Festival de Jerez/Javier Fergo.
Al repasar mi propia crónica del estreno de este Vaivenes de Barón en la pasada Bienal de Sevilla, concluía con que al espectáculo tan sólo le faltaba solucionar las transiciones entre escenas para quedar redondo. Cuatro meses más tarde, el espectáculo no sólo ha solucionado dicho asunto, sino que ha ganado en continuidad, en interpretación y en transmisión.
La historia de este viaje de ida y vuelta siguiendo la estela del río Guadaira  era, como comentaba en su estreno, la historia de la soleá alcalarreña. El testimonio que Barón quiere dar al mundo de cómo se baila y se canta la vida en su cuna. Soleá que vertebra y sustenta, desde su baile, el vaivén al completo.
El relato tiene origen en una fiesta por bulerías, sitúenla en la parte posterior izquierda de la escena. Palomar  pone la voz poética que cuenta las bonanzas de las gentes y las formas de Alcalá. Entre verso y verso, Palomar se gusta rematando al baile.
El relato muere en una fiesta por bulerías, sitúenla en la parte posterior derecha de la escena. Palomar vuelve a trovar. Esta vez sobre Morón, sus gentes y esa forma que para siempre nos legó Diego del Gastor.
En el trayecto hay tiempo para detenerse a bailar tangos con una inconmensurable Carmelilla Montoya, revuelo cantando, revuelo bailando. Tiempo para un paso a tres comandado por Barón y secundado por David Pérez y El Choro. Paso a seis si tenemos en cuenta que cada uno se apoyaba en un bastón.
Hay lugar para que Barón sea compañía, bailando como uno más junto a sus cuatro compañeros. Haciendo que la transición coreográfica sea un deleite.
Festival de Jerez/Javier Fergo.
El flamenco siempre te provoca movimiento, siempre te exige que avances con él y le rebusques las formas en el pasado. Y así, asistí con entusiasmo a contemplar la Guajira Vida mía, que mi compañero Antonio Conde tuvo a bien descubrirme minutos antes de comenzar el espectáculo.
Si el toque de Rafael Rodriguez y Raúl Rodríguez  con guitarra y tres cubano, ya me pareció dulce en el otoño pasado, contemplarlo desde una nueva óptica engordó el respeto hacia el enorme trabajo que hay detrás de todo el montaje.
El siguiente alto en la carretera  se produjo con la escuela bolera. Ana Morales iluminó la escena con inocencia y sensualidad a partes iguales. Bailó con formas aniñadas un complicada coreografía junto a David Pérez,  y consiguieron mostrarla como un sencillo juego.
Barón remató la soleá con electricidad y Carmelilla Montoya bailó una bomba rítmica por cantiñas, soniqueteada por toda la compañía que volvía a subir la intensidad del vaivén a las cotas más altas.
Tras una interesante farruca con sabores porteños, Palomar por tanguillos nos trajo la murga de los panaderos y José Valencia nos erizó el vello por saeta.
Festival de Jerez/Javier Fergo.
Destino final, Morón de la Fronntera y las bulerías negras del gastor.
El espectáculo es un dulce. No sobra ni un gramo y está cocinado con los ingredientes exactos. Ingredientes de altísima calidad que el panadero  Barón ha horneado para que lo podamos saborear embelesados.


Ficha:

Baile:
Javier Barón.
Carmelilla Montoya.
Ana Morales.
David Pérez.
Antonio Molina El Choro.

Cante:
José Valencia.
David Palomar.
Pepe de Pura.

Guitarra:
Rafael Rodríguez.
Javier Patino.

Tres cubano:
Raúl Rodríguez.

Violín:
Alexis Lefévre.

Percusión:
José Carrasco.




Texto:
Javier Prieto.

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