miércoles, 2 de marzo de 2011

Nazaret Cala/Kiko Peña. Los Conciertos de Palacio.Martes 1 de Marzo. XV Festival de Jerez. Palacio de Villavicencio.

Festival de Jerez/Javier Fergo.
Kiko Peña se erigió en el gran protagonista de la jornada en el Palacio de Villavicencio.
Su fama lo precedía, apadrinado por Miguel Poveda, comidilla en casi todos los foros flamencos. La joven promesa, de cacareada, corría el peligro de no cubrir la expectativas creadas, de amilanarse ante la cita. Pero lejos de sentirse superado por la situación dejó claro que todas las alabanzas que se han vertido sobre él no eran meras exageraciones.
Antes de que Kiko saliera a dejarnos con la boca abierta, la portuense Nazaret Cala se encontró con la papeleta de tener que encender la tarde.
Falló en la elección del repertorio. La apertura por soleá con la voz muy destemplada la llevó a pelear con el cante en todo momento. A base de tesón y orgullo solucionó el envite pausando el tiempo y diciendo las letras bajito, casi quedamente. Suavizando los finales de cada tercio.
La mejoría le llegó al final de las cantiñas, justo cuando la guitarra echaba el cierre al cante. La seguiriya vino a demostrar que había errado el tiro. Con una tesitura de voz muy estrecha el quejío se le iba a una disonancia incomoda, casi fuera de tono. Cuando parecía que la actuación no iba a mejorar tiró de genio y bordó las bulerías finales con aires copleros. Con la sensación de que podíamos haberla escuchado en mejores condiciones y que atesora mucho más de lo que pudimos escuchar.
Festival de Jerez/Javier Fergo.
Kiko, por su parte, arancó por tonás, trasladándonos de inmediato a la imagen de cantaores como Chocolate o Agujetas. Nada excepcional de no ser porque el chaval tan sólo tiene dieciséis años. Su voz tiene ese final quebrado tan propio y característico de Rancapino. El volumen es la única pega que se le puede poner, nada que no vaya a trabajar y a solucionar en el futuro sin padecer excesivas complicaciones. Se divirtió por alegrías y bulerías de Cádiz. Jugó con el tiempo y dulcificó el cante.
Pero la carga de profundidad vino por seguiriyas. Es absolutamente asombroso que alguien tan joven sea capaz de cantar de la manera que él lo hizo. Se intuía un bagaje y un dolor impropio de sus años. Unas maneras mas propias de un cantaor experto. Detuvo el tiempo y conquistó al público en un abrir y cerrar de ojos. Para la fiesta por bulerías eligió abrir a la usanza de La Paquera y terminó de coronarse. Soniquete a rudales, voz privilegiada y conocimiento del cante de aficionado viejo. El mañana es suyo.

Ficha:
Nazaret Cala

Guitarra:
Fernando Moreno.

Palmas:
Luis de la Tota.
Ali de la Tota.


Kiko Peña.

Gutarra:
Miguel Salado.

Palmas: 
Manuel Salado.
Manolete.


Texto:
Javier Prieto.

Publicado en La Voz de Jerez:



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