viernes, 30 de marzo de 2012

Rocío Márquez, Laura Vital, Niño de Elche y Manolo Franco.Convivencias. Lunes 19 de Marzo. Flamenco Viene del Sur. Teatro Alhambra. Granada.

Fotografía: Antonio Conde.
La fusión de cantes, la unión de lo jondo, la estética musical al servicio del cante y una guitarra. Un cuadro vivo, un fresco que destella sonidos. Así fue el espectáculo que presentaron Rocío Márquez, Laura Vital, Niño de Elche y la guitarra de Manolo Franco. Un concepto musical de sobra conocido, que no manido, con una puesta en escena limpia, vacía pero llena de contenido musical. ¿Y para qué más? Todos los elementos apuntando hacia una misma dirección. La secuencia argumental giró en torno al cante y el toque más tradicional. Un recorrido por los cantes básicos, una ida y venida cantaora, del compás al aire libre.

Los cenitales marcaron los espacios de los protagonistas, en tanto que la seguiriya hace acto de presencia. De aquí a los tangos. Son tres voces que juegan excelente bien con la musicalidad de estos cantes. Un concepto bien estructurado que, a pesar de mantener un mismo guión y prevalecer a lo largo de la noche, tuvo momentos de pérdida. Los espacios en solitario y cuyo protagonista armonizó con la guitarra sobraron. Son tres válidos cantaores con un repertorio más que extenso para descansar entre actos. A pesar de esto, el placer de escuchar una guitarra de acompañamiento magnífica como la de Franco en una improvisación por granaínas valió la pena.
 Del fandango de Macandé en la voz de Vital a los lances republicanos de Rocío en una apología política de la historia de España. De la temporera del Niño de Elche a los tientos de Laura. Lo más destacado, sin duda, fue el recorrido estilístico en el que se embarcaron los cantaores. De la guajira vida mía del Sr Reina que ya hemos escuchado en algunos espectáculos anteriores (Javier Barón 2011) a malagueñas; y en la misma estela los fandangos de Cepero, largo del Carbonerillo y parada  en la toná. Pregones, bulerías y fandangos a tres voces, con ecos caracoleros. Y Aquí es donde se paró todo. Ajenos al escenario, en las escaleras, entre el público, los tres artífices entablaron una conversación ciertamente estridente, en un alarde de ayeos, que más que sumar restaron. Un final por bulerías entre Utrera, Jerez y San Fernando (Niña Pastori) y una pose final estudiada que dejó el regusto necesario para entender el mensaje global del espectáculo.


Texto y fotografía: Antonio Conde.

viernes, 23 de marzo de 2012

Manuel Agujetas, El Torta, Capullo de Jerez, Manuel Moneo, Luis el Zambo, Fernado de la Morena.VORS. Viernes 2 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.


Fotografía: Javier Fergó.
Resulta cuanto menos curioso que la mayor expectación de una edición de baile flamenco, como es el festival de Jerez, se de por un espectáculo de cante. Todo cabe en Jerez. Un festival orientado al baile como argumento principal, pero que en la noche del viernes el tercio cambió y la suerte vino de frente para los ‘toreros’ de lo jondo. Se presentaron los pesos pesados del cante. La leyenda jonda del flamenco. Será, sin duda, uno de esos eventos en los que se escuchará con el tiempo la frase ‘yo estuve allí’ y se contarán mil y una anécdotas de lo que aconteció, desde diferentes perspectivas. Y no es para menos.
            Ya hace varias décadas de uno de los mejores discos grabados, posiblemente  el mejor, de cante flamenco (Canta Jerez). Y con la sabiduría que dan los años, se vuelven a reunir los metales de La Plazuela y Santiago para rendir ‘tributo’ a aquella reunión de cantaores que dejaron la esencia del cante en vinilo.
            Luis el Zambo, Fernando de la Morena, Juan Moneo ‘El Torta’, Manuel Moneo, Capullo de Jerez, Manuel Agujetas. Ahí es ná!. Sólo nombrarlos aparece el duende. Sumemos a esto que estuvieron juntos, no revueltos, compartiendo vivencias a través de su eco, reviviendo el pasado en el presente. La increíble espectacíón levantada se respiraba en la ciudad horas antes del comienzo. ¿Vendrá este?¿ Aparecerá el otro? El rumor estaba vivo, hasta que lo callaron los ecos por tonás del Zambo, El Torta, Manuel Moneo y Agujetas. Los cuatro puntalitos que sostienen a Jerez, que no a Triana!, diría el otro.
            Comenzó el cante sin limitaciones, sin barreras, ni medidas, cortando la red que los protege para tirarse de cabeza al albero flamenco.
            Volvemos a ver en el escenario una mesa y el compás a nudillo de la bulería por soleá. Un aparente recurso para el flamenco, pero que en Jerez tiene todo su ser; sin guitarras, los nudillos eran la música celestial que acompañaba al cante. Capullo de Jerez, El Zambo, que se paró en la soleá y Manuel Moneo que recogió de nuevo la celeridad del cante al golpe, fueron relajando las tensiones del público. El recuerdo a Moraito y a Terremoto se respiraba en cada verso, en cada mirada, en cada gesto. Fernando de la Morena terció por seguiriya acordándose del genio ‘Morao’ junto a Manuel Valencia que brilló con luz propia. ¡AY, que prontito te has ido/que pena más grande/pero en mi alma suena tu guitarra/.. respiraba el de La Morena. El Zambo arropado por Fernando Moreno resolvió con malagueña de Manuel Torre y Mellizo. A partir de aquí, el compás hizo acto de presencia. Jerez al cante. Bulerías de Fernando,  alegrías de ‘El Torta’, o tientos-tangos personalísimos del ‘Capullo’. Y momentazo de la noche. Manuel Moneo por soleá. Como pocas veces lo hemos escuchado. Con que gusto se acordó de Manuel Torre!. Y apareció el duende. Que menos. Con viento a favor, apareció Agujetas. Cada aliento que emanaba de su frágil voz rota por el paso del tiempo, era un cristal que se rompía. Abrió la boca y tembló el cielo. Por soleá, por seguiriya. Sin guión, sin hacer caso al intelecto, solo corazón. Se saltó el guión y se encaró con el fandango, para volver con la seguiriya. Inconmensurable. La noche finalizó por bulerías de la tierra. A caballo entre la Plazuela y Santiago, vía Porverita Y como anfitrión Capullo de Jerez, que levantó al público con sus continuas ‘pataitas’. Estaba a gusto. Moneo y Agujetas en otro mano a mano por fiesta. Moneo y ‘Capullo’ de Jerez, ‘enganchaos en oro y marfil’, un dúo caóticamente perfecto. Un recuerdo retinoso que tardará en borrarse sino deja una cicatriz eterna para los anales del flamenco. Poco o nada sirve una crónica en los días posteriores de este evento. No habrá que dejar macerar el recuerdo de estos seis ‘metales’ para darnos cuenta de que la etiqueta ‘VORS’ ha sido siempre sinónimo según  la RACJ (Real Academia del Cante Jondo) de Zambo, Torta, Capullo, Agujetas, Moneo y de La Morena.


Ficha: 
  
Cante 


Manuel Moneo, Fernando de la Morena, Luis El Zambo, Capullo de Jerez, Juan Moneo 'El Torta' y Manuel Agujetas. 


Guitarras 


Periquín 'Niño Jero', F. Moreno, Barullito y Manuel Valencia. 


Palmas y compás


Manuel Soto 'El Bo' junto a Juan Grande. 



Texto:
Antonio Conde.

Miguel Ángel Cortés.En Concierto.Flamenco Viene del Sur. Martes 20 de Marzo de 2012. Teatro Central. Sevilla.


Miguel Ángel Cortés pulsando la sonanta en solitario no fue suficiente reclamo para llenar el Teatro Central. Una vez más queda en evidencia que la guitarra flamenca carece del tirón popular que se necesita para atraer a los aficionados. Y ya es desgracia, porque M.Ángel no tardó en demostrar que tiene poderes suficientes como para encandilar al auditorio. El guitarrista, afrontó en solitario el primer segmento de la actuación y para comenzar  homenajeó a Sabicas  en el centenario de su nacimiento interpretando de manera minuciosa su farruca.
Una vez que los dedos tomaron temperatura la guitarra se fue en Tagrabu a un paseo entre la taranta y la granaína rematado en un rítmico seis por ocho lleno de paisajes melódicos. Por seguiriyas el recital se volvió asombro. Un ejercicio soberbio de contrastes sin abandonar la estructura formal del palo. Tonos, ritmos, silencios y hasta el sonido de arrastrar las yemas por las cuerdas dieron cuerpo al momento álgido de la velada.
Con la buena disposición que consiguió crear en el auditorio, Migel Ángel se nos mostró por alegrías, dejando los ecos de "A que sabe la vida" flotando en el ambiente, ecos que precisamente Arcángel escuchaba desde el patio de butacas.
Bulerías mediantes, el guitarrista granadino despidió la primera mitad del espectáculo haciendo referencia a Esteban Sanlúcar y ese Panaderos Flamencos que popularizase Paco de Lucía.
El retorno a las tablas fue otro cantar. La guitarra buscó el apoyo de cante,compás y una segunda sonanta. Pero el esfuerzo careció de suficiente pegada y para colmo de males Joselito Fernández se lesionó en su baile dejando al cuarteto cojo de una de sus patas y tratando de no irse a la deriva. Tan solo De Graná pa Sevilla se salvó de la quema y pese al buen hacer de Niño Martín, pocos detalles más podemos rescatar. Miguel Ángel se empleó a fondo pero se vio superado por unas circunstancias que hicieron languidecer la propuesta más heterodoxa, aunque ello no sea óbice para felicitarnos por la primera magnifica parte del espectáculo.


Ficha:
Guitarra
Migel Ángel Cortés, Niño Martín.
Cante
Maqui Fernández.
Bailoe y compás
 Joselito Fernández.


Texto:
Javier Prieto.


jueves, 15 de marzo de 2012

Mº Ángeles Gabaldón/Milagros Menjíbar. Homenaje a la escuela sevillana de baile.Flamenco Viene del Sur. Martes 13 de Marzo de 2012. Teatro Central. Sevilla.

Fotografía: A.G.G.
Corría el año 1974 cuando Milagros Menjíbar ganaba el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Ese mismo año Sevilla daba a luz a Mª Ángeles Gabaldón  y otra de las grandes figuras de la escuela de baile sevillana, Matilde Coral, sería la encargada de formarla en el mundo flamenco.
A esta corriente danzística se le rendía homenaje en la noche de ayer. Y se le rendía a través de Milagros Menjíbar, que sin duda merece compartir lo honores que bailoras y gentes del flamenco ya  le han otorgado a la gran Matilde Coral o a Pastora Imperio.
Como manda el protocolo Gabaldón fue la primera en pisar el escenario del Teatro Central. Lo hizo acompañada de Alfredo y David Lagos, que pulsaron con dulzura el aire de unas guajiras para que Mº Ángeles las bailase abanico en ristre y resplandeciendo en un traje dorado. La bailaora sacó de paseo esas manos y brazos que la caracterizan y jugó hasta el extremo con el pericón. Pero en ningún momento el alante y el atrás parecieron conectar. David Lagos avisó de lo que se nos venía encima cantando por granaína. Y para la seguiriya el cantaor jerezano ya se había puesto a la cabeza de lo que pasaba sobre las tablas. La segunda y soberbia letra se llevó por delante el baile sin remisión. Y la cara de la bailora así lo reflejó en el saludo final.
El enlace entre las dos grandes protagonistas lo protagonizó Luisa Palicio, que a la postre se revelaría como el plato fuerte en lo puramente físico.
La bailaora de Estepona demostró que la fama que la precede con la bata de cola está absolutamente justificada. Si alguien puede hoy en día alardear de manejar la bata de cola a la perfección esa es ella. El aire de su mantón insufló un soplo de vida a un desangelado escenario y bordó una coreografía por soleá cimentada en los canones clásicos de la escuela sevillana. Cargó el peso en una plasticidad deslumbrante y evitó imposturas y alardes técnicos en favor de un baile sencillo y bien medido.
Fotografía: A.G.G.
Finalmente Milagros apareció sobre las tablas, mandando. Escoltada por Juan Reina y Manolo Sevilla, la maestra se creció y tiró de experiencia y descaro para bordar el baile por alegrías. Redonda, curva, roneando, pavoneandose y dando los golpes justos de tacón. Excelente en la bata y solventando las diabluras ue el mantón le iba provocando sin mostrar ni un ápice de descoordinación. Un baile por alegrías de manual.
Y con un fin de fiesta por bulerías se cerró la velada en la que Flamenco Viene del Sur ha querido rendir tributo a una de las grandes figuras de la escuela de baile sevillana.


Ficha:
Baile 
Mª Ángeles Gabaldón.
Cante
David Lagos.
Guitarra
Alfredo Lagos.


Baile
Milagros Menjíbar y Luisa Palicio.
Cante
Juan Reina y Manolo Sevilla.
Guitarra
Rafael Rodríguez.




Texto:
Javier Prieto.
Fotografía:
Ángela Gentil.

lunes, 12 de marzo de 2012

XVI Festival de Jerez. Balance.

Fotografía: Javier Fergo.
Un año más el Festival de Jerez se ha despedido dejando un sinfín de imágenes y sonidos incrustada en las memorias de los miles de espectadores que han pasado por sus tres escenarios. Augurábamos hace poco más de dos semanas que, pese al evidente recorte en programación, el cartel que se presentaba daba garantías de funcionar como así ha sido. La apuesta de la organización se ha vertebrado en eliminar uno de los escenarios del pasado año, la Sala Paúl, y una reducción drástica en el número de espectáculos en Compañía y Villavicencio. Todo en favor de conservar una programación de primer nivel en el escenario principal del festival. De nuevo la asistencia masiva de cursillistas ha sustentado el número de asistentes a las puestas en escena.
Los grandes nombres del baile dejaron marca en Villamarta y Compañía. Los hermanos Galván, con dos propuestas casi antagónicas, dejaron el pabellón altísimo. Algo previsible con ‘Pastora’ ya que el espectáculo venía rodado y cargado de unas críticas muy positivas. ‘La Curva’ de Israel era, sin embargo, toda una incógnita y el sevillano se reivindicó como el nombre más importante de la actual vanguardia flamenca. Con la misma etiqueta podríamos catalogar a Rocío Molina a pesar de que para algunos su espectáculo no estuviese a la altura de su baile.
El esperado estreno de ‘Metáfora’, con la dirección de Rubén Olmo, tampoco defraudó y evidenció que la apuesta por el coreógrafo sevillano para dirigir el Ballet Flamenco de Andalucía ha sido un absoluto acierto. María Pagés presentó un espectáculo de una belleza sobrecogedora a pesar de dejarnos con la sensación de algunos altibajos en su baile. Exactamente lo opuesto que le sucedía a Joaquín Grilo, pletórico en lo dancístico pero sumido en todo un mar de problemas escénicos.
Los nombres de Manuel Liñán y de Pilar Ogalla también merecen quedar marcados en positivo. El granadino apostó y ganó con su primera propuesta al mando de su propia compañía. Pilar por su parte brilló enorme en ‘El aire que me lleva’ dejando por primera vez en un segundo aunque notable plano a Andrés Peña.
En la Sala Compañía Mercedes Ruiz y, sobre todo, La Moneta se reivindicaron como bailaoras de primerísimo nivel. Ambas se encuentran en primera línea para volver a las tablas de Villamarta en un futuro próximo. Carrete encandiló tanto con su baile como con sus ‘Vivencias’ y pasa a la historia del festival por derecho propio. Sería injusto no nombrar a algunos ‘tapados’ que han descollado a pesar de su aparente segundo plano. Patricia Guerrero en ‘Metáfora’, Juan Parra en ‘Viva Jerez’ y Javier Pérez en ‘La mar de flamenco’ dejaron gratísimas sensaciones.
Grandes sesiones de cante
Fotografía: Javier Fergo.
El cante tuvo dos grandes citas en el Teatro Villamarta. Por una parte la siempre excelente Carmen Linares y sobre todo ese ‘V.O.R.S.’ que deja una estampa imborrable en la historia del cante jerezano. Capullo de Jerez, Manuel Moneo, Fernando de la Morena, Juan Moneo ‘El Torta’, Manuel Agujetas y Luis ‘El Zambo’. El gran triunfador sin embargo ha sido un ‘secundario’. La confirmación, por si existía alguna duda, de que Jesús Méndez abandera el cante de Jerez llegó en ‘Viva Jerez,’ con unas monumentales malagueñas y un no menos formidable fandango del Gloria. Villavicencio dejó cuatro buenas tardes de cante, con las que el ‘pa´lante’ parece estar asegurado para el futuro.
A las seis cuerdas ha sido la sonanta de Manuel Valencia la gran triunfadora, primero, junto a Agujeta y unos días después junto a Gerardo Núñez. Precisamente, Gerardo protagonizó el único recital de guitarra en Villamarta y si bien no se le puede reprochar nada, no es menos cierto que nos dejó con ganas de más.
David Carmona también se reveló como una de las estrellas del firmamento guitarristico. Su suite en ‘Metáfora’, del Ballet Flamenco de Andalucía, desató las similitudes con el trabajo del maestro Manolo Sanlúcar, precisamente el mentor de Carmona. El guitarrista granadino, con 27 años, está llamado a recoger el testigo del sanluqueño y es de justicia valorar la actitud de superación que está teniendo frente a la presión de las inevitables comparaciones. Los nombres de Antonio Rey, Luis Mariano y Rubén Lebaniegos también merecen ser recordados.
Antonio Rey gustó en un enorme recital en Villavicencio. Luis Mariano estuvo soberbio acompañando tanto a Fuensanta La Moneta como a Manuel Liñán. Y Lebaniegos complementó de colores musicales los cromatismos escénicos de la ‘Utopía’ de María Pagés.
El festival ha estado un año más repleto de propuestas novedosas en lo musical. Desde Brasil tuvimos a Fred Martins tocando el cavaquinho y a Sergio Menem al chelo. Bigin Canaz trajo neyzen y báglama desde Turquía. Tuvimos saxos, pianos, armónicas, trompeta, la voz carnavalera de Jesús Bienvenido y la voz jazz de Esther Weekes en ‘El Aire que me lleva’, de Andrés Peña y Pilar Ogalla. También disfrutamos del piano contemporáneo de Sylvie Coruvoisier con Israel Galván y de toda la Orquesta de Córdoba amparando la danza del Ballet Flamenco de Andalucía.
En definitiva, hemos vivido quince días en los que la organización de este XVI Festival de Jerez ha sacado oro de una situación económica realmente difícil. No encontramos ningún espectáculo decepcionante o que careciese de nivel. El seguimiento por parte del público ha sido muy alto y en pocos espectáculos hemos visto las salas desangeladas. La ciudad, sin embargo, sí que ha notado los efectos de la crisis. Parece que el ‘Off’ ha perdido en número, algo que ha afectado a posteriori a los tradicionales locales de reunión nocturna. La ocupación hotelera ha descendido a favor del alquiler de habitaciones en casas particulares. Y según los docentes, el nivel del alumnado es menor al de otros años, a pesar de que el número ha sido ligeramente superior al de 2011.
Esperemos que el año que queda por delante se haga corto. Algunos ya estamos extrañando el Festival de Jerez.

Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:

domingo, 11 de marzo de 2012

Joaquín Grilo. La mar de flamenco. XVI Festival de Jerez. Sábado 10 de Marzo. Teatro Villamarta.


Fotografía: Javier Fergo.
Joaquín se echó a navegar en el día en que el Festival se despedía por este año. El guión auguraba buenos vientos y la tripulación enrolada parecía difuminar cualquier atisbo de duda sobre si el viaje sería plácido o no.
Pero la mar es traicionera, si no lo haces todo correctamente te engulle, pero también puede engullirte si lo haces todo como debes. Y el viento sopló en contra de Joaquín Grilo en cuanto que levó anclas. Debo indicar que al igual que el pasado año critiqué con dureza el diseño de iluminación de 'Danzacalí' lo haré este año con este 'La mar de flamenco'. Sin ánimo de cargar las tintas contra nadie en particular me sigue pareciendo un error de bulto proyectar frontalmente sobre el escenario haciendo que se pierda el vestuario y la expresión de los que están sobre las tablas. La iluminación se llevó por delante las alegrías en el plano estético. Joaquín tampoco contó con el beneficio de un vestuario lucido para este primer baile y por si fuese poco en la transición entre el primer número y el segundo se le enganchó la mano en los flecos del ¿pañuelo? que llevaba sobre los hombros. Se le iban cayendo los cascabeles que se había atado al pie para bailar la zambra y más de lo mismo le sucedía con los crótalos. Tropezó con un cesto que había llevado él mismo en la presentación. En fin, fuerte marejada.
Pero la experiencia y la voluntad del marinero José Valencia empujó al barco y a su capitán a retomar el rumbo. Desde este momento Joaquín bogó por aguas calmas y las pocas olas que le entraron de costado las sorteó con facilidad.
Fotografía: Javier Fergo.
El sonido del santour persa fue la chispa que encendió el baile de Javier Pérez. El bailarín recreó a un flamenco de cualquier laguna mediterránea. Flamenco entendido como ave, aclaremos. La limpieza de movimientos y la mezcla absolutamente precisa de estilos como el contemporáneo, el clásico o la danza estilizada nos llevaron a pensar que el pájaro se podía llevar por delante al protagonista. Sin embargo la farruca bailada a dos, puso sobre las tablas a un Joaquín majestuoso. Mostrando un ejercicio de simetría e imitación formidable. El flamenco frente al flamenco. El baile frente al pájaro. En una comunicación soberbia y con una jondura tremenda en el fondo de los pasos del bailaor.
Una vez más la proyección solapó el principio del baile de Grilo por soleá y solo a base de un talento indiscutible el jerezano pudo hacernos obviarlo. Joaquín comenzó a descargar el peso hacia los hombros y sus formas, esas maneras rotas que lo caracterizan, aparecieron para quedarse.
Por rumba y colombianas la mezcolanza musical de Bilgin Canaz, Antonio Serrano y Juan Requena fue llevándonos hacia la costa. Línea de horizonte que acabó siendo el perfil de Cádiz y un enorme José Valencia cantando por guajiras para el baile descarado y burlón de un Grilo recién salido del malecón.
Al final, el escenario se llenó de estrellas y el capitán del barco, una vez atracado éste en puerto, llegó por el patio de butacas hasta el cielo nocturno a bailar por bulerías lo que Moraíto iba proponiendo a través de los dedos de Juan Requena. Las estrellas acabarían construyendo una constelación que simbolizaba la cara del llorado genio de Santiago.
Y por bulerías, con un fin de fiesta sobre las tablas, Joaquín Grilo echaba el cierre al Festival de Jerez.


Ficha:

Baile
Joaquín Grilo y Javier Pérez (contemporáneo).
Cante
José Valencia y Carmen Grilo.
Guitarra
Juan Requena.
Neyzen y báglama
Bilgin Canaz.
Armónica y teclado
Antonio Serrano.

Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120311/jerez/fiesta-bulerias-marineras-20120311.html

sábado, 10 de marzo de 2012

María Pagés.Utopía. Viernes 9 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Fotografía: Javier Fergo.
No es sencillo, por mucho talento que uno posea, marcar estilo. No solo en el mundo flamenco sino en cualquier disciplina artística. María Pagés cada vez afina más una estética de propio cuño, un sello inconfundible. Una serie de tics estéticos y escénicos que empezamos a reconocerle en cada espectáculo que pone sobre las tablas.


La bailaora sevillana cuida la puesta en escena de forma milimétrica, se asegura de que cada detalle represente esa efigie que su imaginación concibe. Y los resultados son sobresalientes.

Anoche en el Teatro Villamarta María consiguió materializar la 'Utopía' que titulaba su propuesta. Pero mucho más allá de lo meramente estético, nos encontramos con un discurso intelectual de alto calibre y una propuesta coreográfica de primer nivel. El resultado, evidentemente, no podía ser otro que los cinco minutos de aplausos del respetable.

La 'Utopía' se dividió en ocho paisajes casi oníricos. El brasileño Fred Martins dio comienzo a un primer paisaje, titulado como el espectáculo. Sonoridades brasileras y compás binario para la presentación del elenco en una original partitura donde la posición de los músicos obligaba al baile a jugar con el espacio.

El chelo del otro brasileño del reparto, Sergio Menem, fue el que abrió el paisaje de claroscuro que representaba 'Diálogo'. Farruca bailada por Pagés de manera sobria. La sevillana puso especial ahínco en la limpieza de líneas físicas y la guitarra de Labaniegos terminó de parir la flamencura del momento.

Por trillas y soleá, el cuerpo de baile se dibujó curvo mientras la escenografía hacía lo propio en una clara alusión a Niemeyer. El paisaje se titulaba 'Tiempo roto' y el contraste entre la redondez final y los primeros movimientos afilados de los seis bailaores dieron sentido a la búsqueda de los opuestos que Pagés proponía.

Las curvas se tornaron arcos y María apareció sobre el centro de la escena. Rojo sobre rojo. Danza estilizada ostentada en esos brazos que domina como nadie y que por momentos parecen tener vida propia. 'Conciencia y deseo' trajo granaína y rondeña. Un dibujo perfecto y un paisaje prodigioso.
Fotografía: Javier Fergo.

Cabales y martinetes tejieron 'Vamos juntos, compañero', con la batería marcando la base y un millón de formas en el baile grupal. María se unió al compás fragüero en 'Camino rojo' pasando del silencio a un intenso remate.

'Es ahí donde quiero vivir', fue precisamente donde quisimos quedarnos para siempre. Una sobresaliente coreografía por guajiras a cargo de las féminas, coronada por una María Pagés que parecía llevar un pájaro rojo cosido a las manos. El aleteo del abanico y la música soberbia de Lebaniegos, llevó a la compañía a sentarse en la orilla del escenario a cantar bossanova y bailar por tangos.

Cuando la luna salía del mar, Pagés volvió al centro con cola blanca a buscar el aire suficiente para volar. 'Elevación' fue el punto y final, por alegrías de una búsqueda que se vio recompensada con el aleteo final de la sevillana.

Al prodigio de luz y puesta en escena se le sumó una excelente partitura musical. Y un contenido literario que bebía de Cervantes, Machado, Baudelaire, Larbi El Harti, Neruda o Benedetti, entre otros. Todo ello como complemento a unas coreografías de primer nivel.

Fotografía: Javier Fergo.
Un punto y seguido a su brillante 'Dunas'. Otra gran propuesta que demuestra el enorme y completo trabajo que la bailaora sevillana lleva a cabo en cada nueva apuesta.
 
 
Ficha:
Baile



María Pagés, con Isabel Rodríguez, Eva Varela, María vega, José Antonio Jurado, Paco Berbel y Rubén Puertas.


Cante


Ana Ramón y Juan de Mairena.


Guitarra


Rubén Lebaniegos y José 'Fyty' Carrillo.


Voces, guitarra y cavaquinho


Fred Martins.


Chelo


Sergio Menem.


Percusión


Chema Iriarte.
 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20120310/jerez/historia-paisajes-oniricos-20120310.html

Antonio Rey. Jueves 8 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Palacio de Villavicencio.

Fotografía: Javier Prieto.
Hacía cuatro años que el Festival de Jerez no volcaba el protagonismo sobre la guitarra flamenca en el Palacio de Villavicencio. Entonces fue Mercedes Luján la encargada de cerrar un ciclo dedicado a la guitarra en femenino. Este año para clausurar Los Concierto de Palacio, la organización del Festival decidió programar ni más ni menos que al madrileño Antonio Rey. Uno de los grandes guitarristas de la actualidad.


Antonio se presentaba en solitario para desgranar un concierto de ocho temas en el que abundaron las canciones de cosecha propia sin referencias claras a estilos jondos.

El primer tercio de la actuación puso la sonanta de Antonio en el foco protagonista. El guitarrista se bastó y se sobró para pulsar aires de Granada y de Levante mecidos por una exquisita técnica y una finísima sensibilidad en la modulación melódica y en el trato de los volúmenes. Un trémolo enorme compuso el cuerpo de 'Alma' dedicada a su hija del mismo nombre y que ayer tarde asistía por primera vez a un recital de su padre.

A pesar de un nerviosismo confeso, Antonio resolvió los pocos apuros que pasó con una enorme sonrisa en la cara.

El segundo tercio de la actuación comenzó por alegrías, y el compás tanto de palmas como de cajón ensordecieron la fina línea melódica de las seis cuerdas. La ausencia de microfonía en Villavicencio exige un cuidado extremo con el sonido. Mara Rey cantó mecida en una balada aflamencada con esos aires pop que asociamos a Pastori.

El tramo final del espectáculo trajo como artista invitado a un entonado Mateo Soleá que cantó con flamencura por seguiriyas estampando el momento de mayor pureza de la tarde.

El espectáculo enfiló el final con dos nuevas propuestas, un medio tiempo donde la mixtura de tres por cuatro simple y doble nos llevó a Huelva y una rumba final, 'Río de Miel', con todo el elenco de nuevo sobre el escenario y los ecos de Paco de Lucía invadiendo por momentos cada rincón de la canción.

Un buen broche para una programación que este año ha apostado claramente por el cante en vertientes muy diferenciadas.

Villavicencio cierra un año más sus puertas al Festival con una más que aceptable asistencia de público y la sensación de haber solventado la crisis con buena nota.
 
 
Ficha:
Guitarra



Antonio Rey (primera guitarra) y Manuel Urvina (segunda).


Cante


Mara Rey y Mateo Soleá.


Percusión


Isidro Suárez.
 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20120309/jerez/virtuoso-remate-para-palacio-20120309.html

Fuensanta la Moneta.Extremo Jondo. Jueves 8 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Sala Compañía.

Fotografía: Javier Fergo.
Fuensanta decidió bailar por todo. Así, como lo leen. Dejó de lado un par de palos pero en poco más de una hora hizo un despliegue monumental de diversificación y de jondura. El lienzo que nos ha pintado sobre las tablas de la Sala Compañía necesitó de muy pocos colores y de cuatro pinceles escasos. Y aún así la obra de arte se deja ver bajo todos los prismas posibles. La Moneta sabe ser cabal y también sabe darle nuevo aire a la pureza sin que ésta se resienta. Y además se ha rodeado de un elenco que la lleva en volandas y que sabe ponerse al frente cuando el espectáculo así lo requiere.


Si tuviésemos que dividir el espectáculo tan solo podríamos hacerlo en dos segmentos. Miguel Lavi dio el primer paso al frente y Fuensanta se plantó mantón en ristre a escuchar el cante. En cuanto la bailaora decidió comenzar a volar el cuadro cambió de tonalidad y Lavi pintó por cañas el aire que debía recorrer el mantón de la Moneta. Anduvo majestuosa la granadina y casi sin hacer ruido se fue metiendo al respetable en el bolsillo, apoyada por el cajón usó la amalgama rítmica para llevarse el baile a unas cantiñas redondas a la par que cargadas de potencia. El cante una vez más sonaba a gloria bendita y Fuensanta se dejaba arrullar, primero por la voz y a continuación por una delicada sonanta que le dibujaba un silencio a medida. Al tres por cuatro afandangaron las formas y los cantes. Cuando doblaron tiempos el abandolao condujo veinticinco minutos de baile ininterrumpido a un cierre casi catárquico.

Lavi y Cheyenne hicieron mutis por el foro mientras Luis Mariano en solitario llevaba la minera a la silueta del baile y dejaba reposar el espectáculo en su intermedio.

Fotografía: Javier Fergo.
Miguel Lavi volvió para despertarnos por tonás y abordar el segundo tramo de 'Extremo jondo'. El compás se fue a los doce tiempos y el cante a los puertos, bulerías de Cádiz para una Moneta menos redonda, más percutiva pero cargada de guasas y roneos. Los doce tiempos se quedaron en seis y la bulería sonó al golpe en un mano a mano entre cajón y tacón. Los cortes comenzaban a dibujarse afilados y precisos, como rasgados con un bisturí y cuando todo sonaba a maquina acompasada los cuatro artistas se llevaron la velocidad a tierra y pusieron el ritmo frente al espejo. Lavi se levantó para poner una chaqueta negra sobre los hombros de la Moneta mientras le cantaba, primero por liviana y luego, colosal, por serranas. Fuensanta encaró el cante de todas las maneras posibles, con sutileza y con arrogancia, con agresividad y con una contención estremecedora y la velocidad se volvió a desatar para una escobilla feroz. El tempo de nuevo tornó, esta vez a un dos por cuatro de diapasón y de ahí nacieron los tientos. Fuensanta ya estaba extrema, ya rebosaba jondura y llenaba de fuerza cada giro, cada coletazo. Y dos por dos cuatro, tangos. Trianeros, extremeños y granadinos. Con la bailaora rematando con minuciosidad de cirujana entre la danza salvaje.

Perdonen que el texto no respire, pero el baile no lo hizo en ningún momento y quisiera que sintiesen el vértigo de la propuesta de la Moneta. Y así, sin miramientos, 'Extremo jondo' llegó a su fin. Con una bailaora exhausta y un público agradecidamente entregado. Tomen aire.

La Moneta bailó y bailó, dejó sonar a sus compañeros y armó la marimorena en un momento. Dos días seguidos con Compañía llena. Quizás va siendo hora de abrirle las puertas de Villamarta.


Ficha:
Baile



Fuensanta 'La Moneta'.


Cante


Miguel Lavi.


Guitarra


Luis Mariano.


Percusión


Miguel Fernández 'El Cheyenne'.

 
 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20120309/jerez/antologia-bailes-lleva-moneta-20120309.html

jueves, 8 de marzo de 2012

Manuel Liñán. Tauro. Miércoles 7 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Fotografía: Javier Fergo.
'Tauro' a pesar de no versar sobre el mundo de la tauromaquia, como se podría presuponer, juega con el número seis. No sabemos si de forma consciente o casual, Manuel Liñán se enfrenta a seis coreografías de muy distinto cariz y no le pierde la cara a ninguna de ellas.
Madre Tierra
Las trillas y temporeras agarraron el baile a modo de raíces sonoras. Desde el vestuario a la coreografía, colores y expresión física, trabajaban en favor de una sensación de tierra quebrada y flamenco ligado a las faenas del campo. La simetría entre los cuatro bailaores fue sencillamente perfecta y lejos de ahondar en las mil y una maneras de formar sobre las tablas, Liñán buscó los puntos de fuga, las líneas. Zapateados impecables y expresión corporal milimétrica.
Entre las cuerdas
El cante por martinetes de Matías López actuó de puente para dar espacio a que se iluminara a sonanta de Luis Mariano. El guitarrista pulsó el tiempo por granaínas, mientras Guadalupe Torres, Vanesa Coloma y Cristian Martín pulsaban la sonanta gigante que ocupaba el fondo de la escena. Formas estilizadas y una coreografía cargada de originalidad. Fue Cristian quien llevó el peso de la escena y demostró el por qué de su elección en una coreografía de bellísima factura.
Paseo de los tristes
Manuel se puso bajo el foco para bailarnos por taranto y tangos. Elástico y enfocado. Con facilidad asombrosa cambiaba en centro de gravitación del cuerpo y mandaba el peso físico a tierra para a continuación elevarse en momentos puramente dancísticos.
El 'atrás' sonaba con la fuerza de un cañón cuando la partitura de Antonia Jiménez requería del estruendo. Hacia el final del baile, Liñán olvidó la técnica y asalvajó las formas. Una lección de cómo bailar veloz sin hacer un millón de aspavientos.
Fotografía: Javier Fergo.
El baile se llevó la ovación que merecía , a la postre quedó coronado como el momento de mayor brillantez del espectáculo.
Ni contigo ni sin ti
Los versos de García Lorca sonaron entre cabales y abandolaos. Liñán y Martín jugaron a bailar en un paso a dos que se tornaba en un solo cuerpo o que los enfrentaba como a toro y torero. El telón de retales que había ocupado el escenario sirvió de pantalla para que las siluetas de ambos bailaores acabaran fundiéndose en una sola.
A puerta gayola
Mercedes Cortés se arrancó a solas por granaína y Liñán, bastón en mano, mandó a todo el elenco a la soleá por bulerías. Manuel bailó casi con tres pies, la precisión del zapateo competía con un trabajo soberbio de guitarras y un incansable Mati, cantando enorme una letra tras otra.
Elegí a Granada
Inmaculada Rivero fue la encargada de abrir el último de los cuadros. Lo hizo imponente por zambra, embelesando a la platea con una soberbia interpretación de La Cautiva. El cuadro más tradicional de la velada nos trajo fandangos del Albaicín, alboreá, tanguillos y unas espléndidas soleares de Arca, homenaje de Liñán a aquella Chata 'La Jampona' que ganase en 1800 el premio a la susodicha soleá en París. Liñán bailó el final del número tras ver cómo las luces erraban y dejaban en cuadro la posición final del grupo y cómo se le iba el micrófono a Inmaculada Rivero en los tanguillos.
A pesar de todo ello, Liñán supo esquivar la cornada y salir airoso.
Ficha:
Baile
Miguel Liñán, Guadalupe Torres, Vanesa Coloma y Cristian Martín.
Cante
Inmaculada rivero, Mercedes Cortés y Matías López 'El Mati'.
Guitarra
Antonia Jiménez y Luis Mariano.
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:

miércoles, 7 de marzo de 2012

Gerardo Nuñez. Made in Jerez. Martes 6 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.


Fotografía: Javier Fergo.

No siempre se cumple la premisa de que cuando se ponen demasiadas expectativas en algo abocas ese algo al fracaso. A veces te colma completamente o supera lo que esperabas. Y en algunas ocasiones, como ayer noche, simplemente te quedas un poco a medias.
La sensación que deja este 'Made in Jerez' es que Gerardo Núñez es un titán de la guitarra, pero que no terminó de hilar fino para que el espectáculo fuese soberbio.
Que no espere nadie exabruptos ni críticas castigadoras hacia el genial guitarrista jerezano. No se le puede hacer un reproche ni a él ni a su propuesta. En todo caso la sensación es que Gerardo puede armar algo mucho más brillante, una propuesta que, sin dejar de ahondar en su personalidad y en su forma de entender el flamenco y la guitarra, haga que uno salga con la sensación de haber contemplado al enorme artista del que estamos hablando.
La argumentación de este 'ni fu, ni fa' se cimenta en lo deslabazado de la hora y media de recital. Tras un primer tercio de espectáculo absolutamente demoledor en el que bulerías y alegrías protagonizaron vertiginosos alzapúas e infinitos picados, 'Made in Jerez' cambió de tercio. Pero vayamos por partes.
Gerardo presentó sobre las tablas un septeto de garantías. Desde el primer momento pudimos comprobar por qué Ángel Sánchez 'Cepillo' lleva toda la vida al lado del guitarrista. El pulso del cajón es justamente el que requiere la sonanta del maestro y Cepillo anda sobrado de calidad. Hasta el punto de no necesitar más que un cajón como kit percutivo. Pablo Martín supo dar cuerpo al contrabajo y rasgó el aire cuando usó el arco para herir las melodías que el protagonista y Manuel Valencia iban proponiendo.
A Rafael de Utrera lo empezamos a escuchar por Pinini en las alegrías y a David Carpio unos momentos después por bulerías. Alfonso Losa remató y remató durante toda la noche, siempre con el compás bulero como coartada y llevando la velocidad al paroxismo.
Fotografía: Javier Fergo.
El cambio de tercio que mencionábamos se comenzó a fraguar con el solo percutivo de Cepillo y el de contrabajo de Pablo Martín. El dúo dejó un momento de brillantez cuasi cómica cuando el percusionista comenzó a utilizar la caja del contrabajo como percusión.
Por martinetes primero y bulerias a continuación los cantaores hicieron sus respectivos solos. Y en este 'concierto interruptus' volvió Gerardo para pulsar de nuevo la bulería y dar barra libre a Alfonso Losa.
De aquí en adelante tan solo podemos apuntar detalles de la sonanta. Todos ellos de una envergadura colosal, bien es cierto, pero no volvimos a escuchar a Gerardo mandando sobre las tablas.
No parece que esta coartada' jam session flamenca' haya sido capaz de ofrecer la mejor versión de Gerardo Núñez. Evidentemente, las maneras del guitarrista transitan en ese mundo jazzístico en lo que a puesta en escena y concepción estética se refiere. Pero al igual que él deseaba fervientemente volver a su tierra a tocar, algo que dejo claro con un «casi me jubilo y no vengo». Nosotros deseábamos, con no menos fervor, poder disfrutarlo acaparando el protagonismo de una forma mucho más contundente.
Insisto en que no me gustaría que esta crítica sonara a reproche. Gerardo Núñez es probablemente uno de los guitarristas flamencos más importantes de la actualidad y su investigación en el ámbito de las seis cuerdas tiene una influencia y relevancia extraordinaria en el mundo entero. Pero precisamente por ello y tras un espera tan larga para verlo en el festival de su ciudad, queda un vacío en el estómago. Como si el primer plato hubiese sido delicioso y nos hubiesen dejado sin el segundo.


Ficha:

Toque
Gerardo Núñez (primera guitarra) y Manuel Valencia (segunda).
Baile
Alfonso Losa (invitado).
Cante
David Carpio y Rafael de Utrera.
Contrabajo
Pablo Martín.
Percusión
Ángel Sánchez 'Cepillo'.




Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120307/jerez/monumento-musical-medio-construir-20120307.html



Vicente Gelo. Martes 6 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Palacio de Villavicencio.


Fotografía: Javier Fergo.

Cierre de gran nivel para el cante en el Palacio de Villavicencio. Con la sonanta de Antonio Rey pendiente, el cantaor de Albaida del Aljarafe, Vicente Gelo, era el encargado de dar carpetazo a los recitales 'pa´lante' de este año.
El contraste con la tarde del lunes estuvo planteado no solo en los cantes elegido sino en la evidente diferencia de estilo a la hora de ejecutarlos. Desde la soleá inicial ya pudimos percibir que Vicente gusta de alargar los versos, algo que el enorme fuelle que posee le hace más sencillo. Cuando el cante se elongaba el cantaor llenaba todo de matices. La enorme compenetración con la guitarra hacía que los cantes llegasen a sonar perfectamente conjuntados casi como una grabación.
La segunda apuesta del albaidejo fue por malagueñas y abandolaos. De nuevo comprobamos como en las respiraciones largas era capaz de poner muchos colores distintos a cada palabra. No nos encontramos ante una alteración de los cantes en la manera que los artistas más cercanos al pop lo suelen hacer, sino a esas formas marcheneras que dotan de personalidad a cada cante sin que la ortodoxia deje de estar presente. Para los abandolaos eligió, jabegote, fandango de Pérez Guzmán y los de Frasquito Yerbabuena. Sumando a todo lo dicho anteriormente una excelente elección de volúmenes.
Precisamente al maestro Pepe Marchena hizo referencia antes de atacar por guajiras. De nuevo el contraste entre la versificación rápida y la extensa dio como fruto unos resultados sobresalientes. Entre guitarra y voz lograron llevarse el cante a tiempos de tangos justo cuando este veía su final y devolvieron la última estrofa al ritmo original para rematar el número.
Por cantiñas ,Vicente Gelo eligió maneras líricas para decir las letras. Dulcificó la melodía pero sin llegar a caer en el empalago de la balada por alegrías tan en boga en los últimos tiempos.
Llegando casi a las postrimerías del recital la propuesta que empezase por tangos trianeros fue virando melódicamente hacia la afinación en mayores en búsqueda de dos letras de garrotín con las que finiquitar el penúltimo cante de la tarde.
Vicente Gelo nos advirtió del respeto que le producía cerrar el recital por bulerías en esta tierra y salió airoso del envite cantándolas primero por Jerez y tras el primer gran aplauso del público, haciendo un bis por bulerías de Cádiz. Cantando y acompañado de las palmas del respetable y de la guitarra se despidió por el pasillo del Palacio.


Ficha:


Cante. Vicente Gelo
Toque. Tino Van Der Smann.


Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez :
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120307/jerez/cante-pintado-colores-20120307.html

martes, 6 de marzo de 2012

muDANZAs BOLERAS. Lunes 5 de Marzo de 2012. XVI FEstival de Jerez. Teatro Villamarta.

Fotografía: Javier Fergo.
Podría contarles milongas sobre el espectáculo que anoche se vio en el Teatro Villamarta. Tratar de salir del paso y hacer una crónica neutra de 'Mudanzas boleras' con el objetivo de pasar inadvertido y no mostrar debilidad crítica.


No va a ser el caso. Voy a comenzar reconociendo no sentirme capacitado para analizar coreográficamente el espectáculo. Mis conocimientos sobre danza bolera no van más allá de las escasas referencias técnicas que podemos encontrar en algunas puestas en escena del flamenco actual o de una localización estética de sus movimientos en el arte jondo.

No obviaremos que el espectáculo no termina de encajar en la programación de un festival como el de Jerez. Es cierto que existen algunas referencias al flamenco en la obra. Tenemos ciertos acercamientos al fandango y a la bulería, pero el grueso de la propuesta está enfocado a un público que no es el que suele llenar el Teatro Villamarta cada noche de festival. A pesar de que el de Jerez se defina como un festival de baile flamenco y español, la propuesta parece demasiado alejada de la línea general de la programación.

'Mudanzas boleras', recorre a través de dos siglos la evolución de la danza bolera en nuestra tierra. Versa sobre los orígenes y desarrollo de la escuela bolera, partiendo del Cádiz constitucional, haciendo un alto en el camino un siglo después, para acabar llegando hasta la percepción de la danza en nuestros días. Hace hincapié en la influencia de las danzas cortesanas francesas en su evolución. Y quiere recordar las figuras de La Campanera y la enorme influencia los Pericet. Las calidades físicas y coreográficas del espectáculo están fuera de toda duda. Asistimos a escenas de una belleza sobrecogedora y de una dificultad técnica que puso al público en vilo.
Con una escueta puesta en escena, pudimos ir observando la progresión de la danza a través de las evoluciones de una compañía de la época, en la que amoríos y escenas cómicas servían de argumento a las distintas coreografías. Luces y vestuario estuvieron perfectamente sincronizados con los tiempos que se relataban y con poco más que una mesa, un perchero y varias sillas pudimos localizar sin problemas el espacio dramático.

Fotografía: Javier Fergo.
Sobre la música decir que a pesar de no hablar en clave flamenca, no dejó de dar la sensación de encontrarnos ante una partitura que, si bien en lo melódico transitó sin problemas por varios terrenos musicales, en lo rítmico pecó de repetitiva en exceso. El constante tres por cuatro no se rompió hasta que las palmas por bulerías sonaron en la grabación casi una hora después de que el espectáculo comenzase.

El final del espectáculo fue precisamente el que más se acercó a los parámetros considerables cercanos al flamenco. Siempre entendiendo flamenco como una referencia casi epidérmica de la danza bolera.

Y poco más, 'Mudanzas boleras' gustó al público, casi tres cuartas partes del aforo, que así lo reconocieron con un extenso y caluroso aplauso.


Ficha:
Elenco



Francisco Velasco y Penélope Sánchez (artistas invitados), Elena Miño, Daniel Morillo, Myriam Manso y Sergio Bernal.

 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120306/jerez/siglos-influencias-para-escuela-20120306.html

Pedro el Granaíno. Lunes 5 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Palacio de Villavicencio.

Fotografía: Javier Fergo.
Tras unos días huérfanos de recital en Villavicencio, la voz de Pedro 'El Granaíno' vino a despertar a los aficionados del letargo. El palacio se llenó para ver y escuchar a una de las grandes revelaciones del pasado festival. Entonces lo descubrimos cantándole a la Farruca en 'Homenaje a los grandes'. Su carrera ha sido tan meteórica como atípica. En apenas cuatro años ha pasado de Factor X a cantar 'pa´lante' en Villavicencio y el mismo nos confesaba que se encontraba en el momento más importante de su carrera con la actuación de ayer tarde. Acompañado de forma soberbia por Juan Requena, Pedro El Granaíno arrancó precisamente por granaínas templando la voz y los nervios. El cante por abandolaos pausó la premura del arranque y mostró los primeros detalles de calidad.


La misma secuencia se repitió en la ronda de soleá por bulerías que prosiguieron. Una salida un poco acelerada y el cante cada vez más asentado. Por malagueñas El Granaíno encontró su pulso y ya no lo abandonó hasta el final del recital. Por seguiriyas encontramos a un cantaor enorme, capaz de jugar con el tiempo de experta y asumiendo un grado de intensidad difícil de igualar. Como admirador confeso de Camarón que es, le dedicó una ronda de bulerías con multitud de letras cantadas por el genio de La Isla. Por fandangos pudimos apreciar grandes detalles personales y un exitoso riesgo con los tonos. Con simpatía apareció alguien portando una botella de whisky y la dejó en la mesa ante el jolgorio general y el cantaor homenajeó a Chocolate y su 'No quitarme la botella'. La ronda final por bulerías fue una declaración de intenciones y nuevos homenajes tanto a Chocolate como a Tomás Pavón. Fin de fiesta con pataíta de Mara Rey y Fefi Carrasco incluida, en una gran tarde de cante.
 
 
Ficha:
Cante



Pedro El Granaíno.


Toque


Juan Junquera.


Compás


Mara Rey y Fefi Carrasco.
 
 
Texto:Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120306/jerez/confirmacion-granaino-20120306.html

domingo, 4 de marzo de 2012

¡Viva Jerez!. Sábado 3 de Marzo de 2102. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Fotografía: Javier Fergo.
No habrá una comparativa sesuda con las anteriores concepciones del espectáculo, principalmente porque un servidor no tuvo la fortuna de verlas. Así que me presentaba en Villamarta libre de prejuicios y limpio de posibles tentaciones comparativas.


La puesta en escena rezuma jerezanía por los cuatro costados, incluyendo la nueva jerezanía de adopción que representa Javier Latorre. No hay un solo momento en que la esencia del espectáculo no esté supeditada al carácter del flamenco jerezano, ese objetivo se ha conseguido con creces.

El equilibrio del reparto se mantuvo sin dificultad hasta mediado el espectáculo, pero ya llegaremos a ese momento.

'¡Viva Jerez!' se inició con 'En el camino, los de aquí, los de allá' acunándonos por nanas. La voz de la Macanita fue la primera en sonar y la que descubrió que nos íbamos a encontrar tanto estética como conceptualmente. Jesús Méndez enseguida salió a la réplica, llevando el cante de faena a su expresión más evidente. La referencia carcelera vino de la voz de David Carpio y cerró la escena primera.

'Una mesa y una silla', título de la segunda escena y espacio físico en el que se desarrollaba. Macanita volvía al primer plano para cantarle al Pipa por soleá. Antonio apostó por un baile sobrio, casi sin un taconeo y buscando la referencia constante de la cantaora.

El café cantante se tituló, 'Una botella, unos vasos'. Londro, después de haberse vaciado con Manuela Carpio en Compañía, todavía tuvo voz y gusto para deleitarnos por milongas. Juan Parra bailó tientos-tangos haciendo gala de un clasicismo casi olvidado hoy en día.

El remate lo dio el Pescaílla cantándole por tanguillos a un enorme Javier Latorre.

Y aquí llegó el momento en que todos los equilibrios posibles se fueron al traste. La cuarta escena titulada 'El espejo' se inició con Jesús Méndez sentado en el centro de la escena junto a Manuel Valencia. Las malagueñas que desgranó el cantaor fueron un punto y aparte en la noche. Un momento enorme en que Jesús refrendaba las sensaciones que muchos tenemos con su forma de cantar desde hace años. Inconmensurable. Para un servidor el momento más brillante en lo que llevamos de Festival.

Londro cantó por farrucas para una nueva demostración de Juan Parra y Macanita gustó aflamencando el 'Maldigo tus ojos verdes'. El final de la escena puso a David Carpio a cantar por seguiriyas para que una excelente Macarena Ramírez bailase contoneado la curva de su cuerpo de manera colosal.

Fotografía: Javier Fergo.
'Maletas' nos llevó a uno de los escenarios más flamencos de la actualidad, una sala de espera de un aeropuerto. El Pipa bailó a lo grande por alegrías mientras Jesús Méndez le cantaba de forma enorme.

Por si no habíamos tenido suficiente, el cantaor nos deleitó en solitario por pregones y volvió a dejar una sensación de embeleso en la platea.

El fin de fiesta se tituló '¡Viva Jerez!' y pataítas de todos los pelajes se unieron para reivindicar el espíritu de la tierra por bulerías.

Cuando ya parecía que el espectáculo se encaminaba a su cierre todavía tuvimos un nuevo momento de deleite a cargo de Jesús Méndez. Fandangos del Gloria para cerrar la última escena 'Viva yo'.

Si bien se podría debatir sobre algunos aspectos de dirección dramática, es justo decir que el espectáculo se sostiene firme contra cualquier tipo de vendaval crítico. '¡Viva Jerez!' pasó de propuesta a grito.
 
 
Ficha:
Artistas invitados



Antonio El Pipa, La Macanita, Jesús Méndez.


Colaboración especial


Juan Parra.


Cante


Londro, David Carpio, El Pescaílla.


Guitarra


Manuel Parrilla, Manuel Valencia, Javier Ibáñez.

 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120304/jerez/espectaculo-hace-honor-titulo-20120304.html

Manuela Carpio. Manuela con el alma. Sábado 3 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Sala Compañía.

Fotografía: Javier Fergo.
La cita con Manuela Carpio no deparó grandes sorpresas. Un recital de baile clásico, sin incursiones en las nuevas formas del flamenco y un papel protagonista para Luis el Zambo. De hecho, el cantaor acabó por tornar su rol de invitado en foco principal del espectáculo junto a Manuela.


La propuesta arrancó con una proyección de imágenes de la propia Manuela que recorrían su vida desde la infancia hasta la actualidad. El compás de bulerías fue el encargado de dar luz a 'Manuela con el alma'. Cuatro cantaores y compás a secas, sin acompañamiento de guitarra. Manuela se sumó a la fiesta y se arrancó cantando varias letras por bulerías para acabar rematando al baile.

El sonido del yunque dio pie a la ronda por martinetes que comenzó con la voz del Zambo. Londro tuvo que lidiar con la papeleta de cantar tras él y resolvió el envite con solvencia. Luis Moneo y Carmen Grilo cerraron el segmento fragüero, mientras la bailaora salía, de rojo y oro, a rematar en primer lugar y a dar una exhibición por seguiriyas a continuación.

El grupo demostró una coordinación digna de mención y los cortes lucieron a gran nivel.

Luis el Zambo se sentó tras el baile junto a Juan Diego para dar un recital, primero por soleá y más tarde por seguiriyas. Estuvo tan fino como en la noche anterior en el Villamarta, y en este momento se pudo comprobar como conseguía llevarse el espectáculo a su terreno.

También por soleá, Manuela se presentó en el centro del escenario, sentada frente a un espejo. El baile anduvo preciso y dotado de una limpieza extraordinaria. La escobilla por bulerías fue un ejercicio de pureza y de autenticidad. Sin artificios. Se la vio disfrutar y tirar de genio, y el público que así lo entendió no paró de jalearla desde la platea.

Luis el Zambo salió en el último momento para cantarle cara a cara y la estampa se acabó convirtiendo en la fotografía del espectáculo, Cante y baile al unísono, coprotagonismo absoluto.

El fin de fiesta se encargó de cerrar el espectáculo tal y como empezase, por bulerías.

Manuela no engañó a nadie, nos anunció que bailaría desde el alma, sin concepciones dramáticas. Y quizás el único pero fue el uso escenográfico del espejo que no terminó de casar con el resto de la propuesta. Una puesta en escena sencilla basada en el baile de raíz que Manuela Carpio defiende a la perfección.
 
 
Ficha:
Baile



Manuela Moneo Carpio.


Artista invitado


Luis el Zambo.


Cante


L. Moneo, Londro y C. Grilo.


Guitarra


Juan Diego Mateos.
 
 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120304/jerez/desde-misma-raiz-alma-20120304.html

sábado, 3 de marzo de 2012

Manuel Agujetas, El Torta, Capullo de Jerez, Manuel Moneo, Luis el Zambo, Fernado de la Morena.VORS. Viernes 2 de Marzo de 2012. XVI Festival de Jerez. Teatro Villamarta.

Fotografía: Javier Fergo.
El Festival de Jerez de 2012 será recordado por la noche en que Fernando de la Morena, El Torta, Manuel Moneo, Luis el Zambo, El Capullo y Agujetas compartieron tablas y cantes.


La ocasión se antojaba única, una generación de cantaores reunidos por vez primera para deleite de su ciudad y de los aficionados al flamenco. Una generación intermedia, emparedada entre los jóvenes valores jerezanos y los viejos maestros del cante. Very Old Rare Sherry para finos paladares.

La expectación en el patio de butacas era máxima y dejó de ser una respiración acelerada para convertirse en pura agitación cuando el telón se levantó y las siluetas de cuatro cantaores se perfilaron sobre el fondo del escenario.

La ronda fragüera se inició en boca de Luis el Zambo que dedicó la primera letra a Moraíto. La platea jaleaba, aún con cautela.

El Torta, bastón en mano dio la réplica y el respetable iba perdiendo la prudencia, algo que sucedería definitivamente con la enorme intervención de Manuel Moneo. Los oles eran un clamor y Agujetas se encargó de cerrar el turno de cante.

El foco pasó de proscenio a la parte izquierda del escenario. Y allí Capullo, Luis el Zambo y Manuel Moneo se fueron entonando uno a uno por bulerías por soleá. Sin guitarra, tan solo acompañados de los nudillos y las palmas. Una vez más fue Moneo quien se llevó los mayores vítores. Su cante no merecía menos.

El centro de atención se vino de nuevo adelante y Fernando de la Morena respondió a la guitarra de Manuel Valencia cantando por seguiriyas. De nuevo letras de homenaje a Moraíto.

Fotografía: Javier Fergo.
Luis el Zambo hizo malagueña del Mellizo, dulcificando el cante con respecto a su primera aparición. De nuevo Fernando de la Morena se erigió en protagonista pulsando las primeras bulerías de la noche. Manuel Moneo volvió a escena para cantar una intensa ronda de soleares, acompañado por su sobrino Juan Manuel a la guitarra.

El Torta se regaló por alegrías, Capullo por tientos, tangos y fandangos, a lo que Juan Moneo Lara respondió por bulerías. La fiesta empezaba a ser fiesta y rompía el protocolo inicial de todos los cantaores. Capullo lo puso en evidencia bailándole al Torta para el remate.

Cuando Agujetas apareció junto Manuel Valencia en solitario el silencio se hizo denso en el teatro. Manuel Agujetas estaba tan a gusto y en su salsa que no había manera de que diese paso a sus compañeros. «Tengo ganas de cantar» y vaya si cantó. Soleá, seguiriyas, fandangos de nuevo seguiriya y un fandango final.

Lo demás fue un caos maravilloso. Fiesta por bulerías donde tan solo faltó el Torta. Todos cantaron, pataítas mediantes, carreras buscando botellas de agua, discusiones sobre las tablas mientras alguien cantaba ajeno a lo que pasaba atrás. Un recital donde la bulería volvió a todos locos, incluido al público que despidió la fiesta puesto en pie.

La importancia capital de lo que ocurrió anoche sobre las tablas del Villamarta se fundamenta en la imposibilidad en el pasado de ver sobre un mismo escenario a los primeros espadas del cante jerezano de esta brillante generación.

Mucho me temo, y espero equivocarme, que el futuro no nos deparará mejor suerte. Volver a juntar a los seis cantaores se antoja harto complicado, debido en gran parte a la anárquica disposición que la gran mayoría de ellos tiene hacia el arte jondo. Algo que, por otra parte, es lo que hace de la noche del 2 de Marzo de 2012 una fecha histórica para el cante jerezano.
 
 
Ficha:
 
Cante



Manuel Moneo, Fernando de la Morena, Luis El Zambo, Capullo de Jerez, Juan Moneo 'El Torta' y Manuel Agujetas.


Guitarras


Periquín 'Niño Jero', F. Moreno, Barullito y Manuel Valencia.


Palmas y compás


Manuel Soto 'El Bo' junto a Juan Grande.


Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120303/jerez/noche-para-historia-cante-20120303.html

Eduardo Guerrero. De Dolores. Viernes 2 de Marzo de 2012.XVI Festival de Jerez. Sala Compañía.

Fotografía: Javier Fergo.
El paso adelante de Eduardo Guerrero debería servir para desligarlo de los cuerpos de baile. Aún con el recuerdo presente del fabuloso trabajo que realizara en 'Cuando yo era' de Eva la Yerbabuena, el bailaor gaditano nos propone un viaje a los recuerdos. 'De Dolores' transita por la memoria de quien ha aprendido la danza y agradecido homenajea no tan solo a quien lo apoyó y lo empujó en su momento, su abuela, sino también a los palos y formas que lo hicieron dar sus primeros pasos en el flamenco.


Chaquetilla de luces en ristre, Eduardo se arranca por caña sin esconder las estilizadas formas que lo caracterizan. El baile no se desligó en ningún momento de la estética taurina y el trabajo de pies rayó a gran nivel.

Los tangos quizás pecaron de estar demasiado medidos, no se puede decir nada negativo de la propuesta, limpia y precisa. Pero si es verdad que el baile necesitaba un poco más de holgura, un guión de flexibilidad.

Fotografía: Javier Fergo.
Por cantiñas y bulerías de Cádiz el bailaor se libró del corsé que había sujetado la espontaneidad con anterioridad. La conjunción de descaro y los movimientos cristalinos, sostenidos por las formas clásicas de la danza, trazaron una linea luminosa para dar brillo al baile.

El momento posiblemente más íntimo y cercano de la tarde se produjo en el momento en que Pasión Vega apareció sobre las tablas para cantar por zambra. 'Soleá de mis pesares' movió el centro sentimental de Eduardo y extrajo de él una verdad latente en cada movimiento.

El punto final lo puso la seguiriya, pulsada desde el nervio interno. Una seguiriya cargadísima de intensidad y sobresalientemente tratada en el plano rítmico. Especial mención para los juegos de acentuación y para un grupo musical que empujó en todo momento el baile hasta que este finalizó.

Eduardo Guerrero pone en liza una interesante propuesta escénica que, si bien adolece de imprecisiones técnicas, expone con claridad una forma de entender el baile muy personal. Baile flamenco, danza estilizada, clásico español y apuntes de formas contemporáneas. Una propuesta muy completa a falta de tan solo unos flecos.
 
 
Ficha:
Baile



Eduardo Guerrero.


Cante


Emilio Florido y Miguel Rosendo.


Toque


Andrés Martínez y Óscar Lagos.


Percusión


Manuel Muñoz 'Pájaro'.
 
 
Texto: Javier Prieto.
Publicado en La Voz de Jerez:
http://www.lavozdigital.es/jerez/v/20120303/jerez/desde-fuerza-recuerdos-20120303.html